18

29 4 0
                                    

—Llegué —dijo TaeHyung, alcanzando a Jimin en la larga fila que había para entrar al lugar.

—¡Te tardaste quince minutos! —reclamó el contrario.

—Perdón, es que a último momento me entró la inseguridad con la ropa —contestó sonriendo tímidamente.

En ese instante, Jimin se fijó en como andaba vestido su amigo.

TaeHyung portaba unos pantalones de mezclilla azul oscuro ceñidos al cuerpo, que hacían resaltar sus muslos trabajados, combinado con una camisa de mangas largas mitad azul, mitad blanca.

—Si no fuera pasivo, no te dejo entrar al bar y nos vamos a un hotel —comentó Jimin, luego de haberlo escaneado con los ojos.

—¡Yah! ¿En serio me veo bien?

—¿Qué si te ves bien? Claro que te ves bien, pareces un dios qué bajó a la tierra, realmente —hizo una pausa —me parece que tú vienes a buscar otra cosa aquí —dijo dándole una pícara mirada.

—No es lo principal, pero si pesco algo bienvenido sea —contestó riendo.

—Así se habla —expresó Jimin, chocando palmas con Tae —Vamos, entremos.

Al principio se quedaron paralizados en la puerta, no esperaban el lugar tan lleno, pero luego de unos empujones lograron salir de su ensoñación y dirigirse hacia algún lugar donde pudieran estar cómodos.

Mientras iban caminando, a Jimin le apretujaron las nalgas varias veces, a Tae le tocaron otras partes y hubieron intentos de rapto de algunas personas hacia ellos, logrando que llegaran a la zona VIP que habían reservado, indignados.

—¿Puedes creer que más de tres personas me han tocado las nalgas? —furioso Jimin, llamaba al camarero a través de un timbre.

—No te molestes Jiminnie, esto es así. A mí me tocaron el pene como si nada, y dudo mucho que haya sido sin querer —decía mientras tomaba asiento en los grandes sofá que estaban en la sala —Me gusta este lugar.

—A mí también, aunque ese recibimiento no fue el que esperaba.

—Ven, siéntate y esperemos las copas para luego ir a bailar y se te olvidará todo.

—Eso espero.

Solamente pasaron treinta minutos y ya Jimin estaba en el centro de la pista bailando con la primera persona que se le pusiera delante.

TaeHyung le acompañaba, aunque todavía le quedaba un poco de sobriedad, cosa que a Jimin se le había esfumado con el segundo trago que tomó de la bebida de bienvenida.

—¡Jimin! —llamó a su amigo —¡Voy a la barra a pedir algo! ¿Quieres que te traiga algo? —gritaba en el oído de Jimin, pues la música estaba altísima.

Recibiendo una negación por parte del mencionado, se abrió paso entre las personas que bailan y trataban de pegarsele, logrando llegar a la barra con su integridad física completa.

—¡Hola! —saludó al muchacho de la barra —¿Puedes darme un Gin tonic?

—Claro, precioso —contestó el de la barra con una sonrisa.

—Dame uno a mí también —Tae escuchó como alguien decía a su lado, pero no le tomó importancia pues estaba tomando el último trago de su bebida anterior.

—Hey, no sigas tomando —dijo otra voz —JungKook, estás borracho —al escuchar ese nombre giró su cabeza, y efectivamente a su lado, se encontraba el azabache.

—Hola guapo —JungKook le dijo, cosa que extrañó a Tae, y miró hacia atrás pensando que era con otra persona.

-Mm, hola, supongo -contestó el saludo algo extrañado.

—Oh, eres tú —le dijo el amigo de Kook —Se que ustedes se odian, pero ¿pudieras cuidarme a JungKook?

—¿Cómo? —preguntó con confusión TaeHyung.

—Mira, seré sincero, encontré a un chico que me gusta mucho y nos vamos para su apartamento, pero si Kook está así no puedo dejarlo solo, y como te vi, pensé que quizás podrías cuidarlo —explicó Yugyeom —Si no puedes no hay problema, ya será mi oportunidad otro día.

—No, está bien, yo lo cuido. Solo que no sé dónde vive.

—Dame tu número y yo te paso la dirección, él tiene las llaves del apartamento y del auto en el bolsillo del pantalón.

—Está bien, pero tú le explicas todo después —dijo dándole su teléfono.

—Si, no te preocupes, JungKook es un cachorro cuando toma, no es malo —hizo una pausa al decir lo último —Bueno, él realmente no es malo, solo que hay situaciones que sucedieron que lo volvieron así.

—Como digas —respondió con desgano, recibiendo su teléfono.

—Muchas gracias, TaeHyung.

—De nada —dijo, observando cómo se iba, con otro muchacho de la mano —JungKook, ya nos vamos.

—¿Por queeeeeeeeeeeeeee? —cuestionó tomándose otro vaso, de sabe que cosa era esa

—No no, deja de tomar —arrebató el vaso de sus manos, escuchándolo lloriquear.

Trató de buscar a Jimin con la mirada, pero no lo encontró en ningún lugar. Sacó su teléfono para mandarle un mensaje, recibiendo una contestación inmediata, Jimin se había ido también a disfrutar de la noche con una persona.

—Perfecto —comentó al aire con ironía—Todos disfrutando y yo de niñero.

—Pero, nosotros podemos disfrutar también —escuchó como JungKook decía a su lado, poniendo una mano de manera coqueta en su pectoral.

—Nosotros nos vamos, que no es lo mismo.

[×]

Buenas buenas, como están? Les traigo capítulo hoy, porque la universidad no me da tiempo los días de semana, los fin de semana tampoco pero tengo más chance a escribir, editar y publicarlo al final.

Espero que les guste el capítulo.

Cuídense mucho.

La Ilusión Extraviada Where stories live. Discover now