《 O S C U R I S E C R E T I 》

C A P I T O L O P R I M O

Andrea se sorprendió.

- ¿Esa muchacha tiene algún problema mental Sr.Walker?- preguntó mostrando interés en el tema.

- Si- respondió.

- ¿Y no han intentado llevarla a un especialista mental como un psicólogo o psiquiatra si su caso es muy complicado?

- Ya ha ido con los mejores psicólogos, pero todos terminan renunciando, algunos han intentado meterla al psiquiatrico por el simple echó de que ella no habla con ellos o si lo hace inventa historias que no son reales para despistar a los medicos.

- ¿No cree que ella sea una... psicopata, sociopata o algo por el estilo?- preguntó inquieta a sacar esa conclusión tan apresurada.

Agustín tenso su cuerpo, en cierta parte tenía razón la mujer, pero Aleesha no era una Psicópata si no una Socicópata, la única psicóloga que la soporto y no se rindió con ella le diagnóstico a su corta edad que era una Socicópata con esquizofrenia paranoide.

- No, ella solo es así por algún motivo extraño- dijo nervioso.

- Entonces, lo mejor sería intentar ayudarla y comprenderla, quizás su rebeldías se debe a que se siente sola y no sabe como expresar lo que siente realmente- se encogió de hombros- Muchos jóvenes son así en esta época, si no es la familia es la sociedad que los daña de apoco hasta el punto en el que ellos comienzan a actuar extraños, Sr.Walker- le explicó.

- ¿Tú crees que solo sea eso?

- Si, yo tenía un sobrino que era super rebelde y cuando sus padres se preocuparse por él le dieron toda su atención y él comenzó a calmar esa rebeldía, a ser más responsable y más expresivo con ellos.

- Si, quizás sea atención lo que necesita- susurró no muy convencido- Gracias Andrea, por escucharme- le agradeció a la mujer con una sonrisa amable.

- No se preocupe para eso estoy, además ya tengo experiencia sobre esos temas- sonrió- Y recuerde que cada persona es diferente, si quiere que ella expresé como se siente trate de acercarse de apoco a ella no a lo bruto, esa niña debe de estar sufriendo en soledad... quizas.

- Esta bien, gracias por el concejo Andrea... con razón mis hijos te adoran tanto- le dijo el hombre.

A la mujer se le pasó una pregunta por la cabeza que no dudo en preguntar.

- ¿A la muchacha la traerá a vivir a la mansión, Sr.Walker?- preguntó- Por qué si es así, mandare a una de las empleadas a que limpien una de las habitaciones si desea.

- No es necesario, ella no vivirá acá- le respondió- No quiso vivir en esta mansión por lo que se quedara en otra.

Andrea asintió y se retiró con la taza de cafe vacía.

- Aleesha y Dylan todavía no pueden reencontrarse-susurró mirando la foto de su hijo mayor en el portaretrato que tenía en su escritorio acompañado de su hijo menor sonriendo, vestidos de un traje elegante haciéndolos ver atractivos en todos los sentidos.

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Aleesha sacó su celular del bolsillo de su chaqueta y lo prendió para saber que hora eran, una vez prendido se fijó que ya eran las nueve de la noche. Su celular sonó avisándole que le había llegado un nuevo mensaje, lo ignoró y guardo su celular. No le interesaba mirar aquel mensaje ni tampoco quien se lo había mandado.

Cerro sus ojos respirando hondo al escuchar las últimas palabras de la Sra.Olivia una semana antes de morir

- Se feliz Aleesha, no dejes que tus recuerdos del pasado te ganen y te hagan perder la cabeza...Recuerda que siempre te estaré cuidando a donde sea que vaya a ir. Agustin te ayudará, no estarás sola... nunca lo estuviste y tampoco lo estarás, te dejó todo lo que me pertenece, todo es tuyo mi niña de ojitos color de cristal-dijo con cariño- Todo está a tu nombre, mis empresas, mansiones, departamentos, casas, terrenos, hoteles, granjas y más, todo te pertenece Aleesha, estoy segura que serás un buen lider y jefe que mantendrás el verdadero apellido en la sima donde debe estar, por el momento continua con el Jhones, hasta que decidas cuando será la hora de que el Jhones sea remplazado por el unico y original apellido de la familia D'abbraccio no olvides cumplir tu promesa mi niña, es tu primera misión después de mi muerte- dijó mientra le acariciabas los cabellos negros con cuidado de no lastimarla, cuando le había dicho eso, ya estaba en sus últimos momentos de vida.