Era el momento en que el príncipe Min Yoongi debería tomar el reinado pero necesitaba primero contraer matrimonio. La princesa Hyesis era la mejor candidata para el joven, así que fue invitada al castillo junto a su fiel sirviente Jung Hoseok, donde...
Este es un extra/especial por haber llegado a los 4k de leídos. Les agradezco de mucho corazón sus votos, sus comentarios y el gran amor que le han tenido a mi novela. En verdad, muchas gracias. 💗
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Tres años después...
Dos veintitrés de la tarde apuntaba el reloj de pared. El ruido de los autos arrullaba a la pequeña Yoonji de dos años de edad, quien dormía plácidamente en su cuna. Un momento a otro sus pequeños ojitos se abrieron de par en par después de dar un bostezo, se sentó despacio y busco con la mirada a alguien, cuando no lo encontró comenzó a llamarlo. En pocos segundo Seok entró algo asustado.
—¿Qué pasa, mi niña?— preguntó tomándola en brazos, la pegó a su pecho dándole un delicado beso en su cabeza.
—¿Papi, donde está papá Agu?
Seok soltó una leve sonrisa. Su pequeña bebé estaba apunto de cumplir sus tres años, sabía muy bien que era muy inteligente cuando al año cuatro meses comenzó a decir sus primeras palabras, estaba muy feliz de presenciar ese hermoso momento junto a Agust, su ahora esposo.
—Papá está trabajando. Llegará pronto, bebé— la calmó dándole pequeños golpecitos en su diminuta espalda.
Hizo un gesto de disgusto, quería a Agust, necesitaba que le cantara para seguir durmiendo.
—Quiero a papá, vamos con papá— Seok la arrulló, hizo un puchero y varias lágrimas salieron de sus ojitos.
El muchacho la sentó en la pequeña cama, camino en busca de su nueva ropita. Un mameluco y un pequeño suéter, el invierno estaba apunto de aproximarse. Al terminar de vestirla, le hizo dos pequeñas coletitas colocándole un broche de moño en cada una de ellas. Tomó su bolso donde llevaría todo lo necesario para ella, entre biberones, dos pañales -por si se ameritaba- y un cambio de ropa.
Volvió a llevarla a sus brazos y se acercó al espejo para acomodarse su cabello, finalmente tomó las llaves del auto y de su departamento y salió de ahí.
Yoonji era muy consentida tanto por parte de sus abuelos, tíos y papás, aunque Seok trataba de no mala acostumbrarla, sería muy malo para ella cuando creciera. Pero en esta ocasión no podía negarle ir a ver a su papá, debe admitir que él también extraña a Agust, necesitaba abrazarlo, besarlo y sentir su calor. No importaba si ya lo había visto en la mañana antes de irse necesitaba verlo de todas maneras.
El auto fue estacionado enfrente del museo. Al salir tomó a la pequeña bebé, que estaba muy impaciente preguntándole si su papá ya saldría a verla, Seok le dijo que sí para poder calmarla o seguiría llorando. Cuando entraron el guardia saludo felizmente a Yoonji, quien ella le devolvió el saludo entusiasmada. Ella amaba venir al museo, tanto que ella misma se llamaba princesa de ese castillo, incluso le contó a su padre Agust que cuando fuese grande ella bajaría de aquellas enormes escaleras con un vestido precioso. Agust divertido de lo que su hermosa hija le contaba le aseguro que lo haría.
