» Capítulo Trece

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Te daría toda mi alma, sólo para que sepas. Tus lágrimas son mías y es un mundo nuevo esta noche.
Di mi nombre y volaré.

— Your Tears Are Mine; One Ok Rock.



Wooyoung.



— A ver si entendí, me estás diciendo que, ¿puedes ver todo lo que Wooyoung ve pero que eres más poderoso?


— No recuerdo haber utilizado la palabra "poderoso", esto no es un juego, choi san.



Después de cortas presentaciones y muchas peleas por parte de San, estábamos en mi sala, hablando de todo lo relacionado a este extraño fenómeno.

En efecto, Mingi era igual que yo. Pero si, tenía cierta habilidad un tanto desarrollada que le permitía hacer ciertas cosas de las cuáles yo no tenía control alguno. Eso era impresionante.



— ¿Le crees todo? — me preguntó Yeosang que estaba sentado a mi lado, yo asentí. — Pues yo no le creo ni el nombre. Odio admitirlo, pero Choi San tenía razón, este chico es raro.


— Por última vez, Yeosang, que puedo oírte. — Dijo Mingi luego de soltar un suspiro, cansado.


— Pues no me interesa. Sólo digo la verdad. Sigues hablando demasiado, dándole largas al verdadero asunto. Has soñado conmigo, me conoces y sabes sobre los sueños constantes. Creo que todos aquí presentes, no tanto Choi San, la verdad, merecemos una explicación.


— Otra vez sentí un escalofrío de odio. — comentó San, mirando hacia donde estaba Yeosang. Yo sólo reí.


Mingi suspiró, miró a Yeosang y luego a mi. — Contigo hablaré en privado, Kang. — Cerró sus ojos y se quedó así por lo que me pareció un minuto, tal vez menos.



Me estaba preocupando. Algo en mi me decía que todo este asunto de los sueños era algo grave y estaba a punto de descubrirlo.



Volvió en si, sus ojos pasando de mirar a Yeosang a mi. — Los sueños repetitivos no son sueños.


— ¿Qué? — Preguntó San y yo al unísono.


— Son mensajes.


— ¿Mensajes? — ahora fue el turno de Yeosang. Yo sólo estaba atento, escuchando.


— Si. Hay almas que no logran comunicarse o recordar cosas, para eso existen estos sueños. Es una manera de contar lo que no puedes recordar o decir.


— ¿Cómo puedes decir algo que no recuerdas? No hace sentido. — Dije.


— Nada hace sentido, esta conversación de por si no hace sentido. — contestó.— El sueño constante que tienes en la niebla, pasó o puede pasar. Lo que tienes que hacer es tratar de seguir investigando. Vaga más por el sueño, experimenta más de él. Trata que el sueño te cuente todo y no sólo la misma parte.



¿Puede pasar?



— ¿Cómo hago eso? Ni siquiera sé cómo estoy logrando conectarme.


— En primera, debes dejar de irte tanto en trance. Para los que no saben, —mirando a San esta vez, San lo miró enojado— un trance es lo mismo que "quedarse en blanco". Esto es que la persona se transporta o cruza a otro estado del cuál no conocemos mucho, en realidad. Algunos lo describen cómo una habitación en blanco, de ahí el nombre.


Cursed Eyes » SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora