28-Condena

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Narra Alexa

Despierto estirando mi mano para atraerla a mi, me sorprendo al ver que no está a mi lado, la busco por la habitación del hotel pero no está. Sólo espero que no esté metida en nada malo, ya bastante sufrimos.

Enciendo mi celular, como era de esperarse está repleto de mensajes y llamadas perdidas de mi familia incluida Sabina, vaya que esta raro algo anda mal.

Le pago a la recepcionista los gastos y tomo un taxi rumbo a mi casa.
Está lleno de periodistas por doquier que de inmediato se van encima mío, los policías me ayudan a entrar a casa, en esta están mis padres y Fabricio.

-Se puede saber por qué hay ese alboroto allí afuera.- tomo mi cabeza.

-Estás bien.- Fabricio me abraza.

-Claro que si, no me digan que toda esa gente está aquí porque creían que me secuestraron de nuevo.

-Es parecido, capturamos a una Damnatus, mejor dicho ella se entregó.

Mi corazón se para por un instante, no no no, que no sea ella.

-Como se llama.- trago saliva.

-Beatriz, fue la chica que te secuestró esa vez en el restaurante la de los ojos muy azules.- sonríe feliz.

Me siento en el sofá llorando, mi madre se gana abrazándome sin entender que es lo que está pasando.

-Hija deberías estar feliz.

-Yo he oído que es una asesina a sangre fría, ojalá se pudra en la cárcel.

-Fabricio ya basta, tu no tienes idea de quien es esa chica realmente y por todo lo que ha sufrido.- me pongo de pie enfrentandolo.

-Un momento.- abre sus ojos como platos.- Estás defendiendo a una perra.

-Si fíjate, lo quiera o no me enamoré de esa perra.

Vaya, lo acabo de decir y se sintió como una liberación.

-Qué?.- abre su boca asombrado.

-Lo que oyes, me gusta esa chica.

-Pero hija tu estás enamorada de este chico tan bueno, en ha sido mi yerno por años, es tu futuro esposo.

-Ya no papá, si lo amé pero fue en tiempo pasado, ahora estoy loca por la chica de los ojos azules.

-Voy a matar esa perra, tu eres mía, tu me amas a mí.

Le doy una bofetada con todas mis fuerzas.

-Si no fuera por esa perra estaría muerta, ella me salvó la vida.

-De que estas hablando.- comenta papá levantando sus cejas.

-Alexa por favor no.- ruega intentando que no hable.

-Cometí el error de quedarme callada por protegerte a ti pero fue lo más malo que pude haber echo.

-Para por favor.- empuña sus manos.

-Fabricio déjala hablar.- lo calla mi madre.

-A mi no me secuestraron porque era la hija de uno de los mejores policías, fue porque Fabricio debía tanto dinero que no hallaron nada mejor que secuestrarme a mi que en ese entonces era su novia, la noche en la que entregó todo el dinero decidieron que iba a morir si o si pero gracias a dios estaba ella para hacerme escapar, así que mamá, papá, este santo de su devoción no mas que un hijo de puta, por culpa de él fue que me hirieron y me violaron pero al menos conocí a Beatriz, gracias querido ex novio por hacerme pasar unos meses tan bonitos.- río sarcástica.

-Hijo de puta.- lo golpea mi padre en el rostro.

Se deja golpear cayendo al piso, detengo a mi padre abrazándolo, ambos nos ponemos a llorar. Mi madre le ordena a los policías que detengan a Fabricio, ahora si que por fin se está haciendo justicia.

**
2 meses después

Dejo correr el agua por mi cuerpo afirmandome en la muralla, lo único que me queda de ella es su collar y las cicatrices que dejó en mi, hoy le van a dar a la sentencia de cuantos años va a estar en la cárcel, ni por mas que testifiqué a su favor no conseguí nada, Beatriz mató mucha gente y ahora van a hacer que caiga, lo único bueno de todo esto es que el cartel colombiano cayó gracias a lo que declaró.

Mis padres aún no aceptan que esté enamorada de ella, hicieron que me aumentaran las horas con la psicóloga pero mi amor por Beatriz sigue intacto, ni por mas que sepa que fue una asesina a sangre fría no la puedo odiar, su oscuridad me cautivó.

Es hora de ir a ver que va ocurrir con mi ojitos de cielo, me pongo la ropa más formal que tengo y salgo rumbo a la corte.

Me siento en la segunda fila, llega el juez junto con los abogados y entonces la hacen pasar a ella.
Casi me da un infarto al verla en el estado que se encuentra, su rostro está lleno de moretones con pequeños cortes, está demasiado delgada y pálida, intento contener mis lágrimas, se detiene al verme pero los policías que la traen la empujan para que siga su camino.

Empieza el tan esperado juicio, se dan a conocer los testimonios de todos lados tanto de las familias de las víctimas como de mi padre, nos dan un receso para luego seguir. Mi padre me consiguió un permiso para verlo dos minutos antes que continúe, me lleva por un pasillo hasta que llegamos a la sala, quedamos las dos solas.

-Te extrañé.- la abrazo por su espalda haciendo que se asuste.

Se gira hacia mi con sus ojos llorosos, me besa apasionadamente.

-Necesitaba esto.- lo vuelve a hacer.

-Por qué te entregaste?.- acaricio su rostro herido.

-Era la única forma que me dejaron en paz, tarde o temprano me iban a matar pero nadie me dijo que en la cárcel hay muchos enemigos míos, ahora estoy pagando las consecuencias de mis actos.

-Voy hacer que salgas de esta.- beso su frente.

-Es imposible, hay montones de testimonios en mi contra y cada uno es peor que el anterior, soy una asesina y ahora me van a condenar.- hace que la mire a los ojos.- Quiero que cuando ese juez me da la sentencia tu empieces una nueva vida junto a quien quieras, deseo de todo corazón que sea feliz y prométeme que nunca me vas a buscar.

-No no.- lloro enojada.- Jamás te voy a dejar.

-Alexa por favor, se feliz, prométeme que lo serás.- me toma de las manos poniéndolas en su corazón.- Tu siempre estarás aquí y por eso es que lo mejor para tu vida es estando lejos de la mía.

-No mi ojitos de cielo.- la beso.

-Este es nuestro último beso.- susurra en la comisura de mis labios.

Nos damos un último abrazo y se la llevan a ser juzgada.

Corro a esperar el veredicto final que se va a dar, el juez conversa con ambos abogados y se gana en su asiento.

-Luego de dos meses de investigación y todas las pruebas presentadas por los policías, declaro que la Señorita Beatriz Valeria Silva Costa es culpable de secuestro, asesinato, extorsión, venta de drogas, portación de armas ilegales, lavado de dinero y tortura.- todos quedamos sorprendidos, vaya que tiene cargos en su contra.- Procedo a sentenciar a Beatriz a la pena máxima de 25 años de cárcel sin ningún derecho a salida intermedia.

En Portugal los 25 años son la pena máxima que puede existir, aún así siguen siendo demasiados años sin mi amada chica.

La esposan sacándola por una pequeña puerta, se gira hacia mi.

-Te amo Alexa, se feliz.- sonríe apenada.

Quedo echa un mar de lágrimas viendo como se la llevan, no puedo creer que nuestra historia de secuestro y oscuridad esté terminando así.

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Pobres chicas!

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