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Matilda.

La semana pasó bastante rápido, ya era viernes, era el día de la caga de carrete de mi hermano.

—Ven a mi casa y te arreglas
ahí po.—Estaba caminando con la martina hacía la salida.

—Ya pero primero vamos a la mía, agarro las cosas que necesito y nos vamos a la tuya.

—Bueno.

Nos fuimos hablando puras weas.

—Oye Mati,  como vas con el Bastian.

—Mal, no e hablado con el desde el lunes creo.

—Chucha,¿Y por que?.

—No se Marti, pero equis si tampoco iba a forzar la wea.

—Pero si se nota qué hay algo.

—No hay nada.

—Tu eres burra.

—pero si es la verdad.—dije mirándola.

Ella me agarró y me puso un brazo en los hombros.—Mati, todos nos dimos cuenta como te Mira el basti, y créeme que no te mira como alguien indiferente en su vida, quizás se hecho pa atrás porque pensó que tienes algo con el alonso.

—Pero si solos nos vio riéndonos.

—Quizás se sintió poco, que se yo, ese weon piensa puras weas y aparte es terriblemente celoso.

—Mm no se.

—Deberían hablar allá en tu casa y tu deberiai terminar con el weon.—Asentí con la cabeza y seguimos caminando.

La espere en su pieza, esperando que trajera las cosas que quería.

—Ya vámonos noma.—Asentí con la cabeza y nos fuimos bajando las escaleras.

Mientras bajamos las escaleras escuchaba que la puerta se abría y nos topamos con el Bastian, pero no estaba solo, estaba con La misma mina del partido del otro día.

—Holaa.—nos saludó la pelirroja.

—Hola.—dijimos con la Marti.

Me atreví a mirar al bastian y el ya me estaba mirando con una mirada que no sabría descifrar.

Lo salude con la mano y salí junto a la marti.

—Tan tonto, te juro que lo quiero matar.

—¿Por que?.—me hice la weona.

—Porque el weon sabe que lo viste con ella en el partido y teni una carita.

—Tampoco fue pa tanto, vámonos noma.

Igual me dolió un poco pensar que quizás tenían algo ellos dos, ella era muy bonita, demasiado, dolía, ¿por qué hay gente que sale tan bonita weon?.

pero tampoco puedo quejarme cuando yo estoy pololeando y el bastian nos ve en el colegio.

Llegamos a mi casa y nos fuimos a arreglar a mi pieza, la marti se puso unos pantalones mom negros y un top tipo Corset rojo, estaba preciosa. Yo me puse unos pantalones beigs tiro alto con una polera de tirantes blanca.

De a poco empezó a llegar gente, en unas horas ya había bastante gente, era horrible ver tanta gente en mi casita pero después se me pasaba y disfrutaba.

La Marti llegó con La niña nueva de mi curso y me dijo.—ella es la Fer,
Mati—era rubia ojitos miel, me generaba
good vibes.

—Holaa.—La saludé alegremente y ella me devolvió el saludo, resultó ser una niña muy buena onda.

ojitos de bambi Where stories live. Discover now