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matilda

—¿Hablaron?!.—me gritó en el oído,
la martina qulia.

—Algo, me dijo aweona.—me reí al recordarlo. efectivamente desperté mal, me quería morir.

—Con que cara te dice eso el maricon.

—Es bonito.—me di vuelta en la cama, Acordándome de su cara.

—MOMENTO, cálmate amiga, disimula que te está llamando la atención.

—que me llame la atención no tiene nada de malo, oye.—le discutí.

—Te va a terminar gustando weona.

—No creo.

—Yo te voy a hacer gancho con mi hermanito, IMAGINA TERMINAN JUNTOS.

Le tire una almohada en la cara al decir eso, no creo que pase algo entre nosotros. Aunque me gustaría que pasara, más de lo que debería.







                         🎶🎶🎶







Eran como las 9 y estábamos en el recreo, yo comiéndome unas oreo de vainilla, que wea mas buena.

Después de unos minutos se nos unió un amigo, el Dante.
se sentó al lado mío y me puso un brazo por los hombros.—wenaa po.

—Holaa dantonao.—Le dice la martina agarrándolo pal webeo.

—Xaa así me tratai,¿como estai mati?— dice ignorando a la martina.

—Podría estar mejor.

Me abrazó y me dijo.—un abrazo para que esti mejor.

Me reí y le dije.—sigo igual.

Me soltó haciéndose el sufrido.—Viste que no me valorai, chao noma con ustedes.

—Es raro.

—Así lo queremos.

—Quien quiere a ese weon.

Me distraje al chocar la mirada con el Bastian, me estaba mirando pero al percatarse de que nos estábamos
Viendo mutuamente aparto la mirada y yo hice lo mismo.

Estaba con weones de cuarto, todos tenían el poleron menos el.

—Péscame po, deja de mirar al Bastian.

—No lo estaba mirando.

—Sóplame este ojo.

Se lo sople y me pegó en la nuca—aweona.

—Así me amas.

Después tocó el timbre y nos fuimos hacía la sala.

—El amor no es pa mi.—Solté un suspiro

—para mi tampoco.

—Es que amiga siempre la misma wea.

—Sii.—La martina se echo en la mesa.

—Quieres venir a mi casa hoy?.—le pregunté.

—No me dejan salir hoy, ven tú a la mía.

—Weno.

Se levantó de la mesa.—¡PREGUNTA SI TE PODI QUEDAR A DORMIR!.

—Ya pero no grites.—La reté, que vergüenza.

Al llegar a mi casa le pregunté a mi mamá podía quedarme donde la Martina. Si me dejaron y como era viernes fuimos a comprar algunas weas pa comer.

—¿Tu creí que alguien se enamore de mi algún día?—dije de la nada.

ojitos de bambi Where stories live. Discover now