Teacher! Can I Kiss your baby? Please.

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Hyunjin tarareaba mientras guardaba las cosas para volver a casa, Minho estaba firmando los papeles y pagando la cuenta del hospital para que Felix y los bebés pudieran irse a casa. Y bueno, el omega se encontraba chismeando con su mejor amigo, JeongIn.

— ¿Enserio están saliendo?— preguntaba el pecoso sorprendido llamando la atención de su alfa.

— Sí, así parece, pero Yuqi también ahora está muy unida a Dongju...

— Ay, ahora me siento mal por decirle que pase tiempo con él.— renegó.

— ¿Quien sale con quién?

— Parece que Yuqi sale con Hakkie pero también la ven muy unida a Dongju.

— Quizás él ya superó a ese alfa.— dijo tratando de calmarse a si mismo.

— A mí parecer en parte si.— coincidió Innie mientras cargaba a uno de los cachorritos.— Tu hijo es como tú, Jinnie, no necesita a su destinado para ser feliz.— le comentó tocando la punta de la nariz del pequeño bebé.

— Y bueno, saco lo mejor de mí.

— Y lo desordenado también.— río Felix.

— ¡Oye!— reclamó y lo apunto con el dedo.— Ya verás que ellos tres serán igual de desordenados ahora que lo dijiste así, recuérdalo.

— Sabes que te amo así.— le recordó y le mando un beso con su volador con un guiño de ojo.

— Yo también te amo.— sonrió el pálido bajando su mano, rindiéndose ante lo dulce que era su esposo omega.

— Yo también los amo.— dijo Minho entrando con los papeles en mano y una gran sonrisa.

— Ay bueno, yo también los amo.— dijo Innie cruzandose de brazos y haciendo puchero.— Pero ustedes ya no me lo dicen a mí.

— ¡Sabes que si te amamos!— reclamaron los tres mayores al mismo tiempo despertando así a sus tres cachorritos.

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Durante la tarde, el matrimonio y los tres recién nacidos ya estaban entrando a casa, extrañamente todo estaba reluciente y en su lugar haciendo asustar a los adultos. Sus hijos estaban todos sentados en la sala con sonrisas en sus rostros.

— ¿Rompieron algo?— preguntó Hyunjin.

— ¿Mataron a alguien?— fue Minho quien preguntó empezando a contarlos.

— Ay papá, solo ordenamos la casa un poco.— dijo Ju restándole importancia.

— Y nos regañaron para nos portaramos bien.— delató Jeongyeon.

Los tres adultos levantaron los cejas mirando los tres mayores pero la chica rápidamente negó y señalo a los otros dos.

— A mí no me miren, yo fui chantajeada.

— Soyeon, ¿En qué habíamos quedado?— dijo entre dientes el Hyunjae.

— Bueno, iré a dejar a los bebés arriba mientras ustedes hablan con ese par.— dijo Hyunjin tomando los moisés de mimbre con sus bebés dentro.— Vamos, niños, le mostremos su habitación a los bebés.

— Yo también quería...— puchereo Jae mirando a su appa pero este suspiro y negó.

— Algo pasa ¿Cierto?— dijo Lix suavemente.

— ¿No los aceptaron en la universidad?— se apresuró en preguntar Minho y miró a su hijo.— Sabía que debía hacerte estudiar más, es mi culpa.