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JeongIn suspiró mirando con seriedad a Changbin.

— ¿Por qué parece que papi va a matar a papá?— preguntó Kwangmin.

— Porque creo que papi va a matar a papá.— contestó Youngmin.

— A-amor...

— Silencio.— gruñó Innie.

— Appa, papá no sabía nada.— Murmuro Geonhak cargando a su hermanita sobre sus hombros. Su padre lo miró.

— ¿Lo interrogaste?

— Sí.— contestó sin dudar pero su papá JeongIn seguía enojado y volvió a mirar a su padre antes de levantarse suspirando pesadamente.

— Sigue enojado.— susurro Kwangmin y todos, excepto la niña asintieron viendo a su papá Innie entrar a su habitación.

— Bueno, mejor voy antes de que se enojé más.— suspiró su padre Changbin poniéndose en pie.

— Papá, antes que nada...— lo detuvo algo dudoso.— Me-mejor no digo nada.

Su padre lo miró con los ojos entrecerrados, interrogante. Ya lo habían regañado cuando hace cuatro años le dijo que su padre había cambiado de olor y días después confirmaron que estaba embarazado, porque pues... Había arruinado la sorpresa. Era mejor no decirlo de nuevo.

— Cuida a tus hermanos.— le pidió.

— Pediré pizza.— susurro él, viéndolo entrar a la habitación.

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— Amor...

— Tus amigos me enferman.— gruñó JeongIn desde el bañó y escuchó una arcada.

— Lo sé.— susurro y se acercó a ver qué pasaba encontrándolo prácticamente aferrado al inodoro. Se acercó a él, sentandose en el suelo y lo abrazó.— ¿Estás enfermo?

— En realidad...— Innie lo miro con esos ojitos brillantes como galaxias que tanto lo enamoraban cada día más y busco algo en su bolsillo haciéndoselo ver.

— Oh...— susurro sorprendido abriendo el papel y leyendo solo una palabra.

— ¿Sólo eso dirás?— cuestionó casi ofendido.

— Los cuatro primeros se robaron mis mejores reacciones.— río el alfa abrazándolo más fuerte.— ¿Por eso te andabas escondiendo de Geonhak?

— Sí, tu hijo no sabe esconder secretos.— murmuró estirándose de nuevo al inodoro para volver a devolver. Changbin le acaricio la espalda con cuidado.

— Tendremos que mudarnos.— comentó.

— Sí...— suspiró JeongIn cuando se recuperó volviendo a caer sobre su pecho.— Pero no quiero decirles a los chicos aún...— Changbin asintió, entendiendolo. Los amigos del omega estaban pasando por momentos algo difíciles y los suyos ciertamente ahora no sabía si seguir llamándolos amigos.

— Bien, se los diremos cuando estés listo.— Innie le sonrió acurrucandose contra su pecho.— ¿Cuando fue...?— cuestionó curioso, el menor se puso en pie pensando en aquello, para lavar sus dientes antes tirar la cadena del inodoro, y, seguido, volverse a sentar en el suelo a su lado.

— Creo que quizás en el auto.— susurro Innie con picardía.

— Mmm.— asintió sonriendo.— Apuesto por el baño de la universidad.— río y JeongIn lo golpeó en el pecho recordando aquel día en el que fue a buscarlo para dejarle unos papeles que se había olvidado en casa.

Teacher! Can I Kiss your baby? Please.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora