•27•

140 32 27
                                    

Seungmin miraba como las hojas del árbol empezaban a caer.

Su vientre abultado empezaba a notarse y lo odiaba.
Escucho la puerta de la habitación abrirse y cerrarse, el olor de Wonpil invadió la habitación.

— Ya estoy en casa.— anunció el alfa.

— Lo sé.— le resto importancia el omega.

Desearía haberlo abortado, que Wonpil no lo haya obligado a ser madre nuevamente aún cuando Hyunjin igual se fue.

— ¿Cómo te sentiste hoy?

— Como siempre.

— ¿Comiste algo?— preguntó acercándose a dejar un beso en su mejilla como cada día.

— No.

— Seungmin debes comer...

— ¿Ahora también me obligaras a comer? ¿Me dirás que ropa usar?

— Sabes que no es a-

— ¡Sí es así! ¡Era mi desición, Wonpil! ¡Mía! ¡No tuya! ¡Y me robaste la posibilidad de elegir! ¡Yo no quería esto!

— ¡Lo querías! ¡Le dijiste a Hyunjin que querías tener otro bebé!

— ¡Lo dije porque quería que se quedará! ¡No porque enserio lo quería!

— ¡Ahora lo tendrás!

— ¡No lo quiero!— el menor le tiró con su pantufla en la cara.— ¡No lo quería! ¡Ni lo querré! ¡Quiero a mis hijos de vuelta! ¡Y quiero a Hyunjin aquí!

— ¡Pues adivina! ¡Nos abandonó! ¡Y nuestros hijos decidieron irse con él porque eres insufrible!

— ¡¿Yo soy el insufrible?! ¡Tu lo golpeabas! ¡Lo insultabas! ¡Es tu culpa que él me dejará!

— ¡Nos dejará! ¡Nos dejó a ambos!— reclamó.— ¡No solo a tí! ¡No eres el centro del maldito mundo Seungmin!

— ¡Debería ser el centro de tu mundo! ¡De eso se trata ser alfa y omega!

Una cachetada golpeó su mejilla, el sabor tan asqueroso inundó su boca mientras sus ojos miraban con odio al alfa que parecía sorprendido de sus propios actos.

— Y-yo, Seungmin, yo lo siento...— empezo a decir tomando sus mejillas. El menor le escupió la sangre en la cara.

— Pudrete.— gruñó poniéndose en pie para empujarlo.— Vete de aquí, ya mismo, Kim Wonpil.

— Amor...

— ¡Que te vayas!— exigió.

~×~~×~~×~~×~~×~

Terminó de armar su bolso y suspiró. Estaba cansado.
Miro su vientre, aún era pequeño pero era culpa de aquel feto que estuviera tan cansado.

Se había acabado. Todo había acabado.

Marco el número de un taxi y espero pacientemente a que llegara. Era demasiado temprano aún, Wonpil no despertaría hasta que él estuviera lejos.

Colocó su mano sobre su vientre aún preguntándose qué haría con él o ella. No se lo dejaría a ese inútil bueno para nada y no podía dárselo a Hyunjin porque él ya no era el padre de ese cachorro.

Miro todo el lugar una última vez.

— No hubieras sido feliz aquí.— le dijo a su bebé.— La felicidad de este lugar se agoto hace mucho tiempo, cachorro.

Teacher! Can I Kiss your baby? Please.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora