Capítulo 22: La palabra prohibida con "D"

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Era de conocimiento general que a su esposa no le gustaba estar en ese sitio. Eso significaba que estaba realmente enojado.

"Ojos rojos..."

Eso significaba que estaba usando la energía resentida. Wen Ruohan se detuvo un momento para dirigirse un momento hacia los discípulos que venían atrás de él, junto con Wen Zhuliu —Nunca pronuncien algo como el divorcio entre Madame Wen y yo. Está prohibido— ordeno.

La simple mención le había temblar al líder.

Por ello iba rápidamente a arreglar todo. Podía sentir el corazón latir fuertemente ante la idea de su esposa en el salón del trono, con su semblante imponente, y ojos rojos.

Wen Ruohan trataba de mantener su semblante serio, solamente para no permitir que los discípulos lo vean tener miedo... y asustarlos más.

Claramente solo por eso lo hacía.

La distancia hacia el salón del trono era cada vez más corta, y se empezaba a sentir ansioso.

Ahí estaba, esa gélida mirada escarlata llego donde el, pero, así como llego, se fue.

Wei Ying al ver escuchar múltiples pasos cada vez más cerca, se alertó, pensando que serían los discípulos diciéndole que no habían encontrado a su esposo, lanzo una aguda mirada a esa dirección que venían los pasos. Cuando vio el cuerpo de su esposo, de inmediato disipó la energía resentida y se abalanzó a sus brazos.

—¡Esposo! ¡Al fin estas aquí!— grito rodeando el cuello de su esposo con sus brazos.

Wen Ruohan se sorprendió, pero llego a tiempo a sostener entre sus brazos a su esposa y evitar que cayera, se sintió muy confundido, ya que la versión que le dieron los discípulos del humor de su esposa era muy diferente a como había visto Wei Ying en este momento. Estaba confundido. Pero nada se interpuso en sostener fuertemente a su esposa.

—Aquí estoy— beso la frente a A-Ying. A este punto el líder recordó que había más personas viendo un momento intimo con su señora —Pueden retirarse— hablo lo suficiente para que los discípulos lo oyeran y se largaran.

Inmediatamente los discípulos reaccionaron y se retiraron para dejar solos a la pareja. Sintiéndose tranquilos que la energía resentida se había disipado.

Wen Ruohan no espero más tiempo, y cargo a su esposa con un brazo, haciendo que este chille por la impresión.

Gloriosamente lo llevo sin titubear subiendo las gradas que conducían al trono de gran tamaño ubicado en el centro del salón.

Wei Ying al ver hacia donde lo conducía su esposo, se sintió intranquilo —¿Dónde me llevas? Ya puedes bajarme— insistió.

Las palabras de Madame Wen fueron ignoradas por completo por el líder.

A punto de acomodarse para sentarse en el lugar del Líder de secta, que tenía a los lados piedras de formas irregulares inclinadas hacia el trono de color oscuro en el centro.

Wei Ying le jalo las túnicas para llamar su atención —¡Ahí no!— se quejo

Wen Ruohan le miro extrañado —¿Quieres ir a nuestros aposentos entonces?

—Ese es el trono del Líder— respondió el menor como si fuera la cosa más obvia del mundo.

El Wen arrugo su entrecejo sin entender muy bien a que quería llegar. Sin importar más se sentó, llevando consigo a su esposa en su brazo, le acomodo mejor entre sus piernas para que descansara, pero este no dejaba de removerse —¿Qué sucede? ¿Te duele la espalda cariño?

El sol de QishanWen☀️Where stories live. Discover now