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Shuhua no podía mentir, había encontrado su mano deslizándose dentro de los pantalones cortos de su pijama la mayoría de las noches desde que se había acostado con Soojin, tocándose mientras recordaba todas las cosas que le hizo, y luego imaginando todas las cosas que quería que ella le hiciera. A medida que se acercaba a su clímax, su cerebro evocó la imagen del rostro de Soojin entre sus muslos, sus ojos inocentes se encontraron con los de Shuhua mientras la conducía al placer con su lengua perversa. Esas imágenes siempre la enviaban al límite, pero después siempre se sentía culpable. Tal vez Soojin no era la única que había estado lidiando con sentimientos complicados sobre el sexo.
Pero ahora, tenía a Soojin ofreciéndose para cumplir sus fantasías, y Shuhua no tenía suficiente autocontrol para decir que no.
ーYo… yo quiero.ー tropezó antes de recuperar la compostura. ーRealmente quiero. No quiero que te sientas obligada ni nada. La apuesta ya ha terminado.
ーEsto no es por la apuestaー, respondió rápidamente Soojin. ーPero hay algunas cosas que todavía quiero probar contigo. ¿Estaría bien?
Shuhua asintió, todavía incrédula cuando Soojin tomó su mano y las guió de regreso a la cama de Shuhua. La última vez que estuvieron en su cama, había complacido a Soojin toda la noche. Y ahora, al parecer, Soojin está tomando el asunto en sus propias manos.
Soojin se sentó en la cama y tiró de Shuhua para que quedara sentada a horcajadas sobre ella. Los ojos muy abiertos de Soojin estaban observando cada movimiento de Shuhua, y sintió que Soojin podía ver a través de ella mientras evitaba presionar su núcleo dolorido contra el regazo de Soojin. No quería que la mayor supiera cuánto deseaba esto, cuánto la afectaba su toque. Se suponía que Shuhua era la experta, no Soojin, pero por alguna razón sintió que las tornas habían cambiado. Tal vez fue porque Soojin había sido abierta sobre todos sus propios deseos, por lo que no le quedaba vergüenza, lo que significaba que Shuhua era ahora la que intentaba ocultar sus deseos y necesidades.
ーQuiero tocarte. ー Soojin dijo mientras sus dedos frotaban la tira de piel desnuda que aparecía debajo de la sudadera de Shuhua. ー¿puedo?
En la mente de Shuhua, escuchó hablar a su lado más desesperado.
«Puedes tocarme donde quieras. Puedes hacerme lo que quieras. Soy tuya»
En realidad, ella solo asintió, demasiado nerviosa para confiar en sí misma para hablar. Soojin probablemente encontraría poco atractiva la desesperación de Shuhua, y no quería arruinar lo que estaban haciendo.
Soojin sonrió de nuevo y jaló a Shuhua completamente hacia su regazo, obviamente disfrutando de la inversión de sus roles de la última vez. Shuhua gimió patéticamente cuando sintió que Soojin empujaba sus caderas contra ella y rápidamente se movió para cubrirse la boca con la mano cuando se dio cuenta de lo que acababa de hacer.
Pero ya era demasiado tarde.
Los ojos de Soojin se habían entrecerrado. ー¿De verdad estabas fingiendo ser una top todo este tiempo?ー Preguntó con una sonrisa de suficiencia creciendo cuando se dio cuenta de eso. Shuhua no podía creer lo que acababa de salir de la boca de Soojin. Sus palabras reflejaron las burlas que ella había hecho la otra noche, y se dio cuenta de que podría haber creado un monstruo. Un monstruo muy caliente. Uno que tenía control total sobre el corazón de Shuhua.
