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Shuhua no podía creer la cantidad de tiempo extra que estaba haciendo esta semana. Su jefe decidió dejar de fingir que no la odiaba y acumuló la mayor cantidad de trabajo posible. Ya eran las nueve de la noche, y todavía tenía un montón de trabajo por hacer a las ocho de la mañana siguiente. Probablemente no iba a dormir, lo que la atrasaría aún más en el trabajo mañana. Se frotó las sienes por vigésima vez esa noche, esperando algún tipo de milagro o un repentino estallido de energía que la ayudara.
Ya estaba escribiendo el decimotercer informe esa noche cuando escuchó que llamaban a su puerta.
Shuhua se levantó, sorprendida de escuchar a alguien en su puerta tan tarde. Podría ser un vecino que necesitaba algo, así que fue a revisar su mirilla.
No esperaba ver el rostro sonriente de Soojin al otro lado.
—Te traje algo para llevar. — Soojin dijo con una sonrisa después de que Shuhua abrió la puerta, la menor no sabía qué había hecho para merecer una amiga tan amable como Soojin, pero debió haber salvado un país en una vida pasada o algo así.
ー¿Cómo supiste que no comí?ー Shuhua preguntó mientras se dirigían a la cocina.
Soojin sonrió con complicidad mientras miraba todo el trabajo esparcido por la mesa de la cocina de Shuhua. ーTenía la sensación de que estabas demasiado ocupada para comer, así que pensé que sería bueno traerte algo.
Shuhua tomó los paquetes de las manos de Soojin, abrió la comida y la puso en platos para ambas. Soojin debe haberse detenido en su lugar taiwanés favorito, y Shuhua casi suspiró de felicidad al oler la deliciosa comida que le recordaba a su hogar. Shuhua empujó algunos de sus papeles a un lado, despejando dos espacios en la mesa para que ella y Soojin se sentaran. Sirvió un poco de jugo de sandía para ambas, sabiendo que era el favorito de Soojin cada vez que venía de visita.
ーEres una diosa disfrazadaー. Shuhua dijo honestamente mientras se metía los fideos en la boca.
Soojin se rió entre dientes mientras comía su propia comida. La mayor estaba vestida con un suéter y jeans, con el cabello recogido en una simple cola de caballo. Debe haberse cambiado después del trabajo. Shuhua estaba completamente enfocada en la comida cuando Soojin llegó por primera vez, pero ahora que finalmente estaba comiendo, podía apreciar la belleza casual y la presencia reconfortante de Soojin. Todo esto se sentía tan... doméstico, y no pudo evitar disfrutarlo. Se sentía natural para ella y Soojin cenar juntas así, aunque no estaban juntas. El apartamento de Soojin estaba bastante lejos del de Shuhua y se preguntaba qué había traído a la mayor a este lado de la ciudad.
ー¿Cómo va el trabajo?ー Soojin preguntó mientras bebía su jugo, asintiendo hacia los papeles desorganizados sobre la mesa.
