5. SÁBADO DE RESACA

Start from the beginning
                                    

— ¡Tu! Despiértate que tengo preguntas y que sea rapidito. -no obtengo ninguna respuesta. - ¡¿Holaaa?!- no me hizo ni puto caso, más vale que siguiera dormido por la resaca de tres pares que también tendría porque si no, lo mato dos veces. - ¡Que te despiertes te he dicho! -digo a la vez que me subo a la cama para despertarlo saltando como hacía con mis padres cuando era pequeña. - ¡Arriba, vago! -salto- Que tengo que hablar contigo. -salto- ¡Despiértate, Zion! -salto- ¡Que se hace tarde! -salto, ya me estaba cansando- ¡Arriba coñ Aaahh!

— Que te calles payasa, que ya estoy despierto. -dice mientras se levanta de la cama para vestirse. Sí. Estaba sin camiseta. Y no pude evitar fijarme en la V que se le marcaba. Céntrate joder. Hemos venido por respuestas, no te despistes. Demasiado tarde, porque creo que se ha dado cuenta, ya que se empieza a reír un poco. Muy disimulada Rhea, muy bien.

— Esto No necesitabas tirarme de la cama, idiota. -solté intentando centrarme y sonar firme, misión fallida.

— Bonitas vistas, eh. Es lo que tiene no ser una vaga e ir al gimnasio en vez de estar tirada en el sofá todo el día, hermanita. -suelta como si su abdomen fuera algo de otro mundo, patético, pero cierto. No voy a mentir, estaba bien dotado.

— Lo que tú digas. ¿Me trajiste anoche de la fiesta, si o no?

— Si. Tenías que verte, no podías ni andar, ¿estabas bien?

— Tú tampoco tendrías que ir muy bien para bailar conmigo, espera ¿qué? - dije a propósito para ver si seguía soñando. Pero no hubo sorpresa ni nada, me miraba como si fuera tonta.

— Lo eres. -mierda, lo había dicho en voz alta.

— Pero a ver, ibas borracho, ¿no?

— Tal vez. -este chico me estresa. -Aquí la pregunta es si tu lo ibas. ¿Bebiste anoche?

— Como que tal vez. ¿Te duele la cabeza? -niega- ¿Quieres potar? -niega otra vez- No ibas borracho, idiota. ¿Por qué has bailado conmigo, si se puede saber? -digo mientras me cruzo de brazos sentada en su cama.

— Tu tampoco habias bebido por lo que he visto en tu cara y no podías mantenerte en pie aparte de que también bailaste tú, no fui el único aquí. - Vale, ahí, tenía razón. Idiota. -Te queda bien mi camiseta. -evade mi pregunta, es bueno intentando distraerme, pero no tanto. Sé que estoy en mi pijama o al menos en el vestido de anoche. Vale, olvídalo, esta...mmm cosa, no es mi pijama. Joder, ¿también me ha cambiado? Que le falta, ¿recogerme el pelo mientras poto?

— ¿Me cambiaste de ropa? -pregunto, casi gritando- ¿Por qué me cambiaste el vestido, no podías dejarlo puesto? - estoy a punto de arrancarle la cabeza. - ¿Tanta necesidad tenías de verme en ropa interior, cerdo?

— Habías vomitado en mi coche y manchado el vestido, guapa. Y yo no te he cambiado lo hizo María. -la asistenta de la casa, me la presentaron el otro día. - Le di una camiseta mía porque no sabía dónde guardas tus pijamitas de unicornios- suelta una carcajada. - Pero estoy seguro de que te habría encantado que hubiera sido yo ¿a que sí? -dice mientras me guiña un ojo.

— Eres asqueroso. - y se hace el silencio- ¡Contéstame!

— ¿Qué me habias preguntado?

— Ugh, olvídalo, ¡vete a la mierda! -me desespero, pero antes de rendirme, vuelvo a atacar. - Esto no ha terminado, me vas a contestar y tengo todo el día para conseguirlo, ya verás.

— Que suerte la mía. -se burló- Estaré esperándote para el segundo asalto. -dice a la vez que saca una sonrisa de lado.

— Eres una persona asquerosa.

—Ya lo has dicho.

—Me da igual. -en verdad no.

—¡Pues...vete a la mierda!

— También lo has dicho antes

—¡¡Idiota!! -me desespero aún más si es posible.

— Gracias por tus inútiles esfuerzos, hermanita, luego nos vemos para el contraataque. -se despide mientras sale por la puerta.

Ughhhh. Como me estresa este ser humano, es como explicarle cualquier cosa a un niño pequeño. Decido tumbarme en la cama porque todo me está dando vueltas otra vez. Se me había olvidado de que no sé qué coño me pasa y yo gritando como si no hubiera un mañana.

No sé cómo no me he podido dar cuenta que llevaba su camiseta, si hasta huelo a él, bueno a la colonia que usa, que ahora que lo digo, me doy cuenta de que huele bastante bien, seguro que es una buena colonia. Observo detenidamente la habitación. Cortinas negras, estantería llena de libros, eso no me lo esperaba, armario grande. Me acerco a la estantería esa y cojo un libro aleatorio para leer por encima. Vuelvo a la cama con el libro en mano y me quedo dormida. Era de poemas aburridos. No es mi tipo.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Al cabo de media hora me vuelvo a despertar en el mismo sitio, pero el libro está puesto en la estantería. Genial, ahora encima me ha visto dormida en su cama, habrá que aguantar sus comentarios sobre esto Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina para meter algo en el cuerpo.

— Que cara llevas, querida. -me dice Antonella- ¿no has dormido bien?

— Oh, sí que ha dormido bien mamá, de eso no hay duda. Es Que todas las mañanas parece un zombi sacado de The Walking Dead no te preocupes. -dice la voz que me atormenta durante todo el día y ahora al parecer también por las noches.

— Zion, deberías llevarla hoy al gimnasio contigo, así se animará un poco. ¿Qué te parece, Rhea?

— No suelo ir al gimnasio, prefiero quedar -pero me quedo a medio camino ya que me interrumpen y mi opinión no importa en esta conversación.

— Por supuesto que la llevaré conmigo, yo también creo que debe moverse para aclarar mejor las ideas, mamá. Se lo pasará bien. Estate lista para las 19:00 en el pasillo de nuestros cuartos. Te arrastraré si no te veo a esa hora.

— Pero -intento salvarme el pellejo inventando una excusa. Spoiler: no funciona.

—Sin peros, hermanita. -se burla el otro.

— Yo ya me tengo que marchar chicos, que pases buena tarde en el gimnasio, Rhea, a ver si consigues relajarte un poco. Nos vemos luego, queridos. Besos. -se despide Antonella, dejándome con el idiota.

—Que bien me lo voy a pasar esta tarde, prepárate.

— Ugh. Déjame en paz -digo mientras cojo mi comida y me marcho de ahí mientras lo oigo reírse a carcajadas.

No he ido en la vida al gimnasio y cuando estaba en el instituto tampoco era que se me daba muy bien la gimnasia, irónico teniendo en cuenta que iba a un estilo de baile en el que te tienes que estar moviendo todo el tiempo. Bueno esa parte la llevaba bien, la de moverse y todo eso, pero cuando llegaba la hora de correr o levantar peso y la mayoría de las otras cosas que se hacen, me resultaba difícil, casi imposible de hacerlo bien por lo menos. Así que no es que me entusiasme mucho la idea de ir a hacer ejercicio y encima con ese idiota que me estará molestando todo el tiempo. A quién voy a mentir, no me apetece absolutamente nada.

Podría quedarme en mi habitación y no ir, pero sí que lo veo capaz de entrar y sacarme a la fuerza o como un saco de patatas, como hizo anoche, si no estoy donde hemos quedado a la hora exacta. Yo lo voy a intentar, pero oye, si no consigo salir viva del gimnasio no es culpa mía. Tampoco es que tenga mucho más que hacer hoy en la tarde. Vamos a divertirnos un rato ¿no?

_____________________________________

No sé cómo lo hacéis, pero ya somos más de 200 lecturas, muchísimas gracias a tod@s, no pensaba llegar a este número en tan pocas semanas, muchísimas gracias de corazón.

Recordar votar y comentar, os leo todo, y también si encontráis alguna errata no dudéis en decirme para así poder corregirla.

Un beso amore ;3

REDES SOCIALES:

Tik tok: izas_fnd

Instagram: izas_fndz

Intercambiando secretosWhere stories live. Discover now