3- Encubrimiento ejecutivo

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   Mako ya iba llegando a la jefatura cuando recibió un llamado por radio. Al parecer la patrulla que transportaba al par de maleantes con los que peleó hace tan solo una hora había sufrido un grave accidente. Los oficiales estaban bien, pero el par de criminales habían muerto. Mako no entendía por qué se solicitaba que acudiera al lugar, hasta que mencionaron una palabra que le erizó la piel.

   Asesinato.

   Apenas llega a la aparente escena del crimen, Mako sale de la patrulla y se confunde al ver cómo trasladan los cuerpos en bolsas negras a otra patrulla.

   —Hey, ¿qué sucede? —Pregunta Mako, acercándose. El par de oficiales que recuerda que llegaron como refuerzos están recuperándose en la parte trasera de una ambulancia, por lo que se dirige a ellos—. ¿Por qué los trasladan?

   —Orden superior, chico. No sabemos más —Le contesta uno de ellos. Ambos lucen bastante mal y un enfermero prepara su recipiente de agua para, allí mismo, aplicarle un veloz tratamiento a una de sus heridas.

   Viendo que no obtendrá nada más de ellos, Mako echa un vistazo al lugar y ve que salvo las marcas en el asfalto del coche no pareciera haber pista alguna de lo que sucedió allí, por lo que regresa rápidamente a su patrulla y se dirige de inmediato tras el coche policial que traslada al par de maleantes.

   Tal y como lo sospechaba, los llevan a la Estación...

   Tras dejar la patrulla prestada y prometerle a su compañero oficial que va a limpiar los grafitis, Mako sube a las oficinas centrales del edificio. Ahí Saikhan revisa unos papeles con uno de los secretarios a su lado. A decir verdad, al joven detective le sorprende ver al Jefe Interino aún presente. No es exactamente del tipo de oficial que se quede a trabajar horas extras. Algo debió requerir que se quede. Pronto y debido a las miradas críticas de los veteranos y las miradas preocupadas de los oficiales jóvenes, se da cuenta de que el motivo es él.

   —Detective, hasta que por fin llega —dice Saikhan al verlo, con el joven secretario recibiendo los papeles hechos un manojo y esfumándose.

   — ¿Qué sucede, Saikhan? ¿Por qué se me convocó a una escena del crimen y cuando llego se están moviendo los cuerpos tan pronto?

   —El oficial que te llamó se equivocó al hacerlo y ya arreglamos que se le descontará parte de su sueldo por ello —contesta Saikhan, con esto molestando un poco a Mako. Él sabe que el oficial que le llamó es nuevo y que los yuanes no le sobran para ser exactos. De hecho, con estos paga el asilo de sus padres y aquel recorte salarial le sentará muy mal, pero solo parece importarle a él.

   — ¿Dónde están los cuerpos? No he podido ni verlos.

   —Y es mejor así, detective. Ya fueron enviados a cremación.

   — ¡¿Qué?! ¿Qué hay de las autopsias reglamentadas? —dice Mako con gran exaltación, llamando la atención de varios e incomodando a Saikhan.

   Tras rascarse un poco la frente alzando un poco su casco, hábito común en Saikhan, este se encamina a su oficina esperando que el detective le siga en silencio. Mako sabe bien qué hace, quiere evitar que le grite más frente al resto de la fuerza y quizá aprovechar la privacidad del despacho para poder gritarle él un poco. Tácticamente no le conviene, pero no tiene otra opción.

   Una vez la puerta cerrada, Saikhan camina al otro lado de su escritorio. Mako se mantiene de pie, con Saikhan decidiendo sentarse. Luce exhausto.

   —Este caso, detective... es demasiado para usted. Para cualquiera —Le dice Saikhan, pero Mako no lo entiende y lo expresa notablemente, incomodando aún más al Jefe Interino—. Mira chico, no eres el único que quiere saber qué fue lo que pasó en ese accidente, pues como ese chico nuevo lamentablemente te dijo, no fue un accidente, sino que fueron asesinados...

Avatar. CSI: Ciudad RepublicaWhere stories live. Discover now