Capítulo 6

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Se levantó por un golpe en su mejilla, abrió los ojos lentamente acostumbrándose a la luz, Samuel lo miraba sentado en la cama

-¿Qué pasa?-se estiró en la cama hasta tomar su móvil- ¡Son las siete de la mañana!

-Sí, yo me levanto a esta hora para ir a trabajar

-¿Y porque me tienes que levantar a mí? Yo no entro hasta las diez

-Porque te hago recordar que no sé dónde están las cosas y quiero desayunar

Rubius soltó un suspiro antes de pararse, volvió a estirarse para dirigir su mirada hacia Samuel, que tenía su vista centrada en él

-¿Ves algo que te guste?-sonrió divertido notando el sonrojo del chico al darse cuenta que lo miraba

-¡No seas idiota y apúrate o llegaré tarde!

El pelinegro salió de la habitación casi corriendo, Rubén río al ver su reacción, pero se limitó a tomar su polera y seguirlo hacia la cocina, con suerte lo ayudaría con el desayuno y luego se iría otra vez a dormir.

-¿Se te antoja algo en particular?

-La verdad que no, dame lo que tengas, hoy en la tarde iré a hacer las compras-Rubius lo miro curioso

-Tengo suficiente comida para nosotros

-Y yo tengo gustos algo particulares, me gusta la comida saludable y considerando que tú departamento tiene la típica decoración de lugar de chico soltero seguro tú despensa se basa en comida congelada, frituras y cerveza

Rubius iba a protestar, pero cerró la boca, la verdad es que era así, casi nunca cocinaba algo muy elaborado, y cuando no tenía ganas de cocinar pedía pizza o alguna otra comida, no pensó que en algún momento tendría que cambiar todo eso porque iba a ser padre o por un omega adicto a lo saludable y al orden

-Por cierto, no sé qué harás con esas cervezas, pero no las quiero acá

-¿Porque?

-¿Te hago recordar lo que pasó en la cafetería? Si no quieres verme vomitar será mejor que desaparezcan

Rubius puso los ojos en blanco, pero no dijo nada más, simplemente se limitó a cocinar el desayuno, sintiendo la mirada del omega en su espalda todo el tiempo. A veces creía que si le tomaba atención, aunque el dijera que no

-¿Porque aguantas todo esto?

-¿De qué hablas?

-Otra persona simplemente me hubiera dejado solo con el bebé, no soportaría tantos sacrificios de golpe

-No he hecho ningún sacrificio

-¿Enserio? Dar tu departamento, soportar a un desquiciado como yo, los cambios repentinos de humor, dejar tu vida de diversión

-No hay ninguna vida de diversión

-Venga Rubén, note que muchos te conocían esa vez en el antro, el día que te di la noticia ibas a salir de fiesta, tienes cervezas, un futbolín y muchos videojuegos en tu departamento ¿quieres que siga?

-Sí, me gusta salir los fines de semana con mis amigos, pero tampoco es como que sea mi vida entera

-Yo no podría soportar tanto cambio, debes haber querido ser padre desde hace mucho

-La verdad no-Rubius le puso su desayuno frente a él- Nunca pensé que podría serlo, ni si quiera le parezco buen partido a los omegas

-¿Pero qué dices? Eres guapo, divertido, muy amable, tierno...

-Y también inmaduro, poco comprometido, infantil, todos los omegas con los que he estado piensan eso, por eso nunca he tenido una relación seria

-Tal vez solo no se han tomado el tiempo de conocerte mejor, yo pensaba eso también, pero al ver como tomas el tema del embarazo...me hace pensar que me equivoqué

-Gracias-Rubius le sonrió sentándose frente a él- Pero creo que no se toman el tiempo de conocerme porque no lo vale, solo mírate tú, viniste, tuviste sexo conmigo y luego te fuiste porque sabía que no era un buen partido

-Lo siento por eso, es solo que...buscaba una distracción, no una relación seria

-Exacto, y eso es lo que pasa con todos los omegas que me acuesto, todos buscan una diversión o distracción a sus problemas con alfas con los que si quieren estar

-No sabía que te pasaba eso

-La verdad me dejó de importar, creo que ya me hice la idea de que tengo que esperar hasta conocer a mi destinado o a alguien que le parezca interesante un idiota como yo

-Ahora me siento mal por utilizarte esa noche-Sam bajo la cabeza picando su desayuno

-Hey, no hay problema, enserio-tomo su móvil leyendo los mensajes de sus amigos-Por cierto ¿Aún te duele el vientre?

-No, ya no, creo que, si sirvió el tenerte cerca, el bebé se calmó, mi cuerpo también, menuda gilipollez

-Y eso que mantuve mis manos lejos de ti toda la noche

-¡Mentira! Sentí como trataste de abrazarme a mitad de la noche

-Yo no fui-Rubius imitó una mueca de susto- ¿Hay un fantasma en el departamento?

Samuel soltó una risa al verlo así, la verdad es que el chico era divertido y muy tierno, tal vez no sería tan malo convivir con él. Rubén por su parte, le encantaba escuchar la risa del pelinegro, así que buscaría hacerlo reír más seguido

-Recuerda que hoy tenemos cita con el médico, te avisaré la hora por mensaje

-Entendido capitán-Rubius hizo un saludo militar

-Tontito-Sam río llevando su plato al lavadero- Tomaré mi hora de almuerzo para ir a comprar la despensa

-¿No quieres que te ayude?

-No, puedo solo, estoy embarazado, no enfermó

-Solo digo porque no me gustaría que hagas mucho esfuerzo

-Estaré bien, tranquilo-se acercó a él sonriéndole- De verdad debes calmarte, eres muy sobreprotector

-Solo los cuido a los dos, no quiero que les pase nada

-Los dos nos sabemos cuidar, yo protejo al pequeñín mientras no estés-Sam se puso de cunclillas dejando un beso en su mejilla- Hasta la noche Rubén

El castaño reaccionó cuando la puerta de su departamento sonó, sonrió sin pensarlo y negó con la cabeza divertido, es que ese chico era una caja de sorpresa, un día le decía que no quería muestras de afecto y al día siguiente él mismo le daba una. Culpa al embarazo por los cambios de humor repentinos.

Dejo todo en el lavavajillas para lavarlo luego y camino hacia su cama tirándose en ella dispuesto a dormir al menos hasta que su despertador sonará, por ahora solo se relajaría con el olor a fresa en la almohada de cierto pelinegro.

||Era solo por una noche|| 🍼Where stories live. Discover now