Capítulo 1

9 0 0
                                    

New Iberia, Junio 2007

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

New Iberia, Junio 2007.

De todas la órdenes de los guardianes del caos, la mas curiosa podría ser la de Hécate, aunque tienen magia y son capaces de lanzar hechizos y hacer miles conjuros con distintas capacidades cada uno nace con un don único que se manifiesta al momento de ser marcado a los 16 años, incluso se habla de jovenes talentosos que han logrado despertar su don mucho antes de esa edad, incluso aun mas los que tuvieron dos o mas dones.

Dean Thomas despertó su don de los 14 años, en el momento en que toda la magia del ritual que absorbió el poder de todo el aquelarre se vertió sobre él. El don que despertó en aquella ocasión es conocido como crioquinesis, o la capacidad de poder invocar y controlar el hielo.

Un don que a vista de todos parecía algo simple considerando que su madre tenia la capacidad de ver el futuro por su clarividencia y su padre tenía el control absoluto de la niebla, lo que hacía que el don de Dean fuera algo común. Sin embargo este joven hechicero estaba siendo subestimado, pues tenia el poder y conocimiento suficiente para realizar conjuros poderosos, lanzar horribles maldiciones o convocar algun tipo de ayuda, todo a la corta edad de 14 años, aunque claro su inexperiencia podía afectar a largo plazo.

Siguiendo los deseos de sus padres escapó de Nueva Orleans cuando despertó del hechizo, no sabe como pero en ese lugar ya no había soldados o rastros de ningun ser vivo, aunque por las dudas preferia no permanecer allí y por primera vez desde que nació Dean conoció el mundo de los mortales, un pueblo a las afueras del bosque en el que intento buscar refugio, sin embargo lo detuvo una patrulla de policias al verlo con heridas y saliendo del bosque, lo llevaron a la estación de policia donde le dieron comida y una manta.

—¿De donde eres?

—Yo...

Dean tenía en claro la regla, los mortales no podían saber del mundo de los dioses, no importaba que, suspiro desviando la mirada, viendo fijamente una pared.

—No recuerdo... no recuerdo— completó con una mueca.

—¿Traes un teléfono contigo?— el oficial que estaba entrevistandolo siguió examinado a Dean. —¿Cuantos años tienes?

—Tengo... tengo 14 años.

—Irás a un refugio de menores, mientras investigamos.

Dean asintió con la cabeza y se dejó conducir, pero lo que vio le sorprendió demasiado, ese lugar estaba lleno de jovenes por doquier, atiborrados hasta el techo, había entendido que la mayoria habian sido abandonados desde bebes, con padres que no los cuidaban o algo similar, no esperaba quedarse ahi el resto del dia, apenas llegó la noche uso un hechizo básico para abrir las cerraduras y escapar, no le preocupaba ser visto, la niebla cubriría sus pasos.

Entonces la vista de la ciudad decadente le golpeó una vez mas, gente en la calle mendigando comida, hambre, enfermedad, no importaba donde volteara a ver solo encontraba sufrimiento en los mortales.

Dean Thomas || CovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora