🦃 Orgifiesta Suicida

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Ni siquiera lo pensó cuando entró al balcón.

—¡Logan! —sollozó Axel con la prueba de embarazo en mano, el alfa se giró a verle extrañado— Dio positivo.

—¿Qué? —el horrorizarse ante la mínima posibilidad de paternidad debía ser un acto reflejo de un alfa porque así estaba Logan—. Aguarda, Green... Tú y yo...

Axel no le dio tiempo ni a respirar porque se abalanzó a sus brazos y lo tomó del cuello.

—Tendremos un lindo bebé —siguió Axel—. Lo llamaremos Laxel así todo el mundo sabrá que es nuestro. Le comprarás ropa de bebé Chanel o Gucci, Balenciaga iría bien. Una cuna de mármol, un biberón del más fino cristal, y le comprarás un apartamento en la torre más alta de Nueva York.

Avergonzar a Logan podía traducirse en la más pura dicha, ver al omega pelirrojo de frente hizo que Axel lo gozara aun más porque era precioso. Alto, esbelto, ojos esmeraldas rodeadas de pestañas tupidas, cabello como fuego con las puntas ligeramente onduladas, y tenía una mirada arrogante y peligrosa que le hizo pensar que Logan definitivamente estaba por llevárselo a la cama.

Axel 1, Logan 0.

—Tendrás un bebé —repitió Logan y Axel asintió lentamente—. No puedo dejar que tengas un hijo mío.

Eso le dolió, extrañamente le dolió.

—Pero quiero tenerlo, por lo que...

Antes de terminar, Logan le tomó de la cintura y lo atrajo. Axel tragó saliva cuando palpó los músculos del alfa sobre su cuerpo, su energético ser poseyéndolo por completo. Y casi jadeó cuando el alfa le alzó el mentón.

—No puedo dejar que tengas un hijo mío —repitió Logan seriamente, y agregó con una sonrisa luminosa—, no sin antes casarnos.

—¿Qué?

El horrorizado ahora era Axel.

—Sí, casarnos. Es un pecado concebir fuera del matrimonio —explicó Logan tomándolo con fuerza mientras Axel intentaba huir cual gato de una bañera—. Una boda tradicional de alfa y omega donde bailamos bajo la Luna y mezclamos la sangre en un ritual milenario. Llevarás puesto las joyas de mi familia y un fino y delgado vestido de hilos de plata que hará que todos los invitados puedan observar cada centímetro de piel y sepan que es lo que me comeré en la noche de bodas...

Axel estuvo por gemir cuando Logan le suspiró en el lóbulo al mismo tiempo que le acariciaba los hoyuelos de venus.

—¿En serio te lo vas a follar? —replicó el pelirrojo poniendo los ojos en blanco— Logan, estoy ocupado buscando a mi hermano, no tengo tiempo para ponerme celoso y querer dispararle en la cabeza al juguete que tienes entre tus manos.

Con ese comentario, Axel despertó del papel de omega embarazado e intentó alejarse del alfa. Logan lo mantuvo cerca y en la misma posición, una en la que cualquiera pensaría que no eran solo compañeros de clases.

—Ve a buscar a tu hermano —señaló Logan—. Puedo entretenerme mientras espero.

Axel se asustó de que no le horrorizara ser el entretenimiento de Logan. Pero sus nervios se maximizaron cuando el pelirrojo le dirigió una rápida mirada de pies a cabeza y chasqueara la lengua. No sabía cómo, pero podría interpretar eso como un insulto. Axel vio irse a ese omega y se sintió como un completo ganador. Y su premio era Logan.

—¿En serio existen bodas tradicionales de alfas y omegas? —cuestionó Axel, no estaba del todo seguro que la imaginación de Logan implicara crear una secta— Porque nunca oí de eso.

—Entonces debes venir de una familia que inició de betas —razonó Logan—. No necesitas saber que es una boda tradicional de alfas y omegas, no creo que la practiques.

Señorito DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora