The Perfect Omega | Cynonari

Capitulo 17

Advertencia: Contenido +18

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Observé el gran edificio desde el auto ya estacionado fuera. Suspiré cuando los dos hombresse bajaron de este y uno de ellos me abrió la puerta; él me tendió la mano pero negué con lacabeza y me tomé mi tiempo para salir del coche, ya había cortado la comunicación con Candace cuando entendí, más o menos, lo que tenía que hacer.

Estaba emocionado, tan excitado pero tan aterrado a la vez, además de que tenía mi cabezallena de dudas, de tantas preguntas que deseaba Cyno contestara, aunque sabía que cuandolo viera, él no desearía articular palabra y seguramente yo tampoco. 

Aún no estaba seguro de si Candace había oído mal o si fue una equivocación, tal vez Cyno meterminaba tirando a patadas de su penthouse como a las omega que le habían llevado, perofuera como fuera, quería intentarlo, mi deseo por ayudarle y mis ansias por ser deseado porel dueño de mis pensamientos podían más que el mismo temor de salir mordido de esa habitación. ¿Qué tal si Cyno llegaba a odiarme por venir sin su consentimiento? Candace bienpodía estar equivocada, porque al final habían sido muchos días sin vernos y Cyno no movióun dedo por cambiar ello, aunque yo tampoco, pero supongo tengo mis razones.

"Lárgate." Escuché una vez el ascensor sonó mientras las puertas se abrían lentamente, indicándome que llegué al último piso del edificio, donde se encontraba el Penthouse de Cyno."¿Acaso eres imbécil? Te dije que te largaras, o por tu cuenta o por la mía, pero te aseguroque si es a mi modo no saldrás en una pieza, bonita." Al estar justo en medio de la entradade su habitación, podía oírlo bien, era él, estaba seguro de que esos gritos sonando casi comofuertes gruñidos enojados provenían de Cyno, era su voz. 

Corriendo desde el fondo del largo y oscuro lugar, ya que ni una de las luces estaban encendidas, vi una omega delgada, de largas piernas en tacones, haciendo resonar sus zapatos enel mármol del suelo, corriendo tan torpemente que estuvo a punto de caer dos veces, ellallevaba un vestido blanco cubrir sus muslos para luego un poco más arriba enseñar su escote.

Vaya, pensé, definitivamente las chicas que le traen a Cyno son de calidad

"Ehm..."

"Sal de aquí" Me dijo, acomodándose sus ropas una vez se sintió segura dentro del elevador,se colocó al otro extremo de este y respiró profundo, mirándome, mostrándome el infinitoterror en su mirada, la comprendía, ningún omega amaría ver a un alfa en celo enojado,muchos seguramente no habrían salido vivos de esa. "Cyno no está... Normal. Él nunca hasido así, tú... Solo vete ¡Te hará daño!"

Suspiré, sí, lo mismo me había dicho Candace, Cyno no era el mismo. Di unos dos pasos paraentrar al penthouse y salir del elevador, ante la mirada atónita de la chica.

"O se hará daño." Susurré, no supe si me escuchó porque las puertas del elevador no tardaron en cerrarse. Caminé mucho más decidido que antes hasta la habitación principal, al finalde ese enorme lugar, imaginé que esa era la habitación no solo por ser la más grande y quela chica haya salido corriendo por ese pasillo, sino porque olía a Cyno, Cyno y Cyno. Algoparecido a café, un olor cálido y reconfortante; ronronee queriendo acercarme más hastaque abrí con cuidado la puerta y lo vi ahí.

Cyno estaba acostado en su cama con sus manos frotando su rostro, el lugar era un completodesastre, aunque no reparé mucho a contar cuantas ventanas rotas o cuantos muebles destrozados, primero porque la oscuridad del lugar no me lo permitía y segundo porque él estaba ahí. Mi omega jadeó, yo lo hice, lo sentí arañarme interiormente queriendo que noslancemos hacía él.

"Tighnari." Susurró, él aún no me había visto y no estaba muy seguro de si me habría olido oescuchado, así que podía ser mi olor o lo desarrollado que estaba su oído para ese instante.Alzó la mirada y me vio, fue todo. Cualquier gramo de consciencia había terminado de desaparecer. "Tighnari." Volvió a repetir sin apartar la mirada de mí mientras se acercaba consigilo pero rapidez, parecía un depredador asegurándose de acercarse de forma cautelosa osu presa desaparecería.