ℝ𝕒𝕚𝕤𝕖 (𝕋𝕣𝕒𝕕𝕦𝕔𝕚𝕕𝕠)

VIII

Aviso:

No habrá actualizaciones del 13 al 19 de junio, ambos días inclusive. Estoy en una exposición y salgo con clientes casi todas las noches. Voy a estar exhausto, con exceso de trabajo y borracho o con resaca cuando no lo esté. Volveré el 20 de junio para escribir normalmente. Eso significa que pasarán tres semanas en lugar de dos hasta el próximo capítulo de esto. Lo siento.

Arte de portada: GWBrex

Capítulo 8

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—Parecía un idiota.

—Tienes quince años —dijo Ironwood—. Eso tiende a suceder a tu edad.

¿Se suponía que eso ayudaría? Jaune había estado esperando que el hombre le dijera que no era tan malo como pensaba o que estaba leyendo mal las cosas, que no estaba de acuerdo con que fuera un imbécil colosal. Gimiendo, dejó caer su rostro entre sus manos. Abre la boca, introduce comida, el mantra por el que había vivido su adolescencia obviamente no se había ido. Había estado demasiado ocupado para tropezar con él en los últimos meses. Weiss fue la primera chica bonita (hermosa, de verdad, bonita no le hacía justicia) con la que se topó y tuvo la oportunidad de hablar. Todos los demás estaban muriendo, muertos o tenían a alguien que era uno de los dos. No son exactamente grandes momentos para el romance.

—Hice el ridículo.

—No eres el primero en hacerlo ni serás el último.

—¿Tú... crees que debería decir que lo siento?

—Creo que es mejor ignorar errores sociales como ese. La mayoría de las personas están felices de fingir que nunca sucedieron en lugar de revivir la vergüenza.

Realmente deseaba haber convencido a su madre para que viniera con él ahora. El señor Ironwood era amable y nunca mentía ni hacía que las cosas sonaran mejor de lo que eran, lo que normalmente le gustaba, pero podría haberlo hecho con una palmadita en el hombro y un buen montón de mentiras piadosas en este momento. Apenas le había dado a la niña la rosa, su propia rosa, nada menos; él era tan idiota, si se hubiera escapado y se hubiera escondido. El resto de los invitados venían a desearle un feliz cumpleaños ahora, formando una larga fila, y él podía distinguir su rostro brillante al frente.

Había oído hablar del amor a primera vista y asumió que era algo que se sacaba de la televisión y las películas. Crecer con mamá y papá y sus historias de papá básicamente persiguiendo a mamá como un Grimm durante años, y ella lo estaba engañando para obtener propinas y dinero como un huérfano de Mountain Glenn que necesitaba ganar dinero rápido, le había enseñado que el verdadero amor llega con el tiempo. O al menos el amor que estaba acostumbrado a ver. Siempre se había considerado maduro por creer que sobre toda la película infantil tonterías románticas que viste en el cine.

Al parecer, se había equivocado.

Weiss Schnee brillaba como un diamante. Tampoco era él tratando de ser poético. Tenía brillantina en la cara, junto con pequeñas lentejuelas pegadas a la mejilla para que se viera más en el escenario. Sus ojos eran del azul más brillante que jamás había visto, su cabello del blanco más blanco, y era tan pequeña y perfecta y... ¡argh! Jaune se golpeó la cabeza contra la mesa y la sangre manchó sus mejillas y su cuello de un rojo oscuro.

—¡Soy tan estúpido!

—Mmm —Ironwood tarareó.

—Yo... yo solo... mi cerebro. Mi boca. ¡Ni siquiera lo pensé!