VI: Declaración

150 14 20
                                    

Que bailara una de Juan Luis por siempre conmigo
Y emborracharnos por la ciudad con Dios de testigo
Ya quiero decirle
Que bailemos
Que lo peor que puede pasar es que nos gustemos
Que a lo mejor de alguna otra vida nos conocemos
Ay, qué suerte la mía que hoy te volví a encontrar
En este lugar
Porque cuando las cosas buenas tienen que pasar
Simplemente pasan

Simplemente Pasan, Morat ft.Cami

A la mañana siguiente suena el despertador del celular de Isa, haciendo que Martín se remueva un poco en la cama y suelte un quejido

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

A la mañana siguiente suena el despertador del celular de Isa, haciendo que Martín se remueva un poco en la cama y suelte un quejido.

Isa de forma perezosa estira el brazo y lo apaga. Justo después comienza a dejar besos en el cabello de Martín.

—Bachi, hay que ir a clases— susurra cariñosamente.

—No quiero ir— contesta el menor, enterrando su cara en el pecho de Isa, pudiendo oler a la perfección su perfume.

—Vamos Marto, Simón me matará si no vamos.

—No puede ser que mi hermano ande jodiendo hasta cuando no está— se queja Martín.

Isa ríe, ayudando a Martín a pararse de la cama, yendo ambos a arreglarse.

Después de un ducha de encuentran ambos cubiertos por una toalla cada uno, y Juan Pablo secando el pelo del contrario, hablando de cualquier cosa tonta mientras ve como Martin todavía se rasca un ojo perezosamente.

Una vez ya están secos van a por ropa para cambiarse.

Martín usa unos pantalones de Isa de algunos años atrás, aunque le quedan un poco holgados, esto le gusta.

Antes de ponerse otro hoodie de Isa, este va al cuarto de su hermana, volviendo con un poco de maquillaje para cubrir las marcas del pequeño cuerpo de Martín.

—No entiendo porque tenemos que hacer esto, ni que tuviéramos seis años— replica Martín cruzado de brazos mientras Isa tapa cuidadosamente todas las marcas.

—Cariño, no quiero que tu hermano me asesine, aun soy joven— dice Isa riendo.

Martín se deja terminar de cubrir las marcas y una vez se seca el maquillaje Isa le abraza por la cintura, besándole dulcemente.

Una vez llegan al colegio se encuentran con Simón y Villa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Una vez llegan al colegio se encuentran con Simón y Villa.

El de gafas queda de brazos cruzados mirando a su hermano de arriba a abajo detenidamente, para luego pasar su mirada a Isa, haciendo lo mismo, al no notar signos alarmantes relaja un poco sus facciones.

—¿Que tal la pasaron chicos?— pregunta Villa sacando algo de su mochila —Toma Bachi, las vi y me acorde de ti— Villa le entrega una bolsa de golosinas a Martín, siendo fulminado con la mirada por Simón. Las había comprado la noche anterior especialmente para el, ya que le gusta mimar a su mejor amigo.

—Villa creí haberte dicho que esas golosinas se quedaban en la tienda— susurra Simón —Al final matarás a Martín de una diabetes.

—Ya, no seas dramático Moncho, el está perfectamente bien, y mira que feliz se le ve.

Mientras los chicos conversan ven a Aleho pasar, el cual saluda a Villa y Juan con un simple "hola", pero se acerca para chocar puños con Simón y abrazar a Martín.

—Martín, ¿podemos hablar?... en privado preferiblemente.

—Oh, claro Aleho, vamos a hablar, chicos ya vuelvo, ¿si?

Todos asienten y en cuanto ambos chicos se alejan miran a Isa, viéndole fulminar a Aleho con la mirada.

—Vamos hermano, no merece la pena, al final con quien ha pasado la noche ha sido contigo, el te echa elegido a ti— susurra Villa, tomando a su amigo por el hombro.

—Juro que no lo soporto más, siempre con secretitos entre Martín y el. Estoy harto.

Simón y Villa suspiran, sin saber que hacer.

Aleho y Martín mientras tanto se encuentran en el despacho del primero.

Martín se acomoda en el sofá negro que adorna la sala, viendo a su amigo y también profesor sentarse a su lado.

—Marto... yo... yo no se como decir esto.

—Vamos Aleho, no te preocupes, solo dilo, ¿Si?

—Está bien... antes de nada, no quiero que nuestra amistad cambie pase lo que pase, ¿me lo prometes?— Martín asiente tomando la mano de Aleho —Bien, yo... he guardado esto en mi corazón por mucho tiempo pero supongo que ya es hora de decírtelo... Martín, yo te tengo muchísimo aprecio, a ti y a tu hermano, claro. Pero me he dado cuenta de que últimamente no me siento igual cerca de ti, no es un simple aprecio... Martín, tu me gustas, y mucho, y se que capaz la diferencia de edad o que soy tu profesor te asusta, pero si fuera correspondido sería muy feliz.

—Uhh... Ale, mira, yo te quiero mucho, y eres mi mejor amigo, pero a la misma vez eres como mi hermano y no creo que alguna vez pueda verte como más que eso. Además, tu sabes que todavía no consigo olvidar a Carlos, y estoy conociendo a otra persona, todavía no quiero tener nada con el, pero en un futuro, cuando olvide a Carlos, se que podremos estar juntos.

Aleho siente sus ojos cristalizarse, aún así, asiente y le anuncia a Martín que puede irse, que eso es todo. Martín sintiendo su pecho veinte toneladas más pesado lo abraza, suplicándole que lo perdone y luego se va, dejándole espacio para pensar. 

El resto del día está callado todo el rato y visiblemente desanimado.

A la salida de las clases el grupo propone ir a comer juntos, pero Martín anuncia que el no asistirá y se va directamente a su casa.

Una vez allí se coloca el hoodie que Isa olvidó en su casa, ya que es mucho más grande de la talla que el usa, y además, todavía conserva su perfume.

Y una vez en su habitación se mete a la cama, tratando de dormir un poco para descansar su mente, pero lo único que logra es llorar.
Y esa tarde llora hasta que siente que sus pulmones ya no aguantan más y que ya no tiene más lágrimas.
Llora porque siente que ha lastimado a uno de sus mejores amigos.
Porque siente que es una mala persona.
Porque sabe que aunque no es su culpa si el hubiera dicho que si Aleho no estaría mal.

Y finalmente después de tanto llanto queda dormido, abrazando la sudadera de su amado, imaginándolo a su lado.



All the love, vuestra autora,

-Vic xx<33

Mi suerte [Isargas]Where stories live. Discover now