Mi suerte [Isargas]

IV: Llamada

Perdón por lo indiscreto
Pero ya no es un secreto
Que me duele cuando dices que lo adoras
Lo agarraste en el engaño
Él te sigue haciendo daño
No me digas que le crees cuando llora

—Date la vuelta, Morat.

Simon llega tarde de su cita de "amigos" con Villa.

—¡Bachi! ¡Estoy en casa!

Al ver la casa tan en silencio se maldice, pensando que Martín ha vuelto a beber.

Revisa la casa buscando a su hermano y lo encuentra finalmente durmiendo en su cama, tapado hasta la cabeza.

—¿Bachi? ¿Estas vivo?— pregunta Simón sacudiendo a el cuerpo de su hermano.

—Ay Simón, uno ni dormir puede en esta casa porque ya andas jodiendo.

—¿Tomaste? ¿Estas borracho?— pregunta el de gafas preocupado.

—No, No tomé y por lo tanto no estoy borracho.

—¿Estas seguro?

—Ay si Moncho, ya déjame dormir.

—Espera, ¿comiste algo?

—Comí algunas golosinas antes con Isa.

—Ay Bachi eso no es alimento. Voy a preparar algo para comer, ¿está bien?

—Vale— finaliza Martín viendo a su hermano salir de la habitación, se para de la cama y se pone unos pantalones holgados. Pasea un poco por la habitación buscando alguna prenda de ropa para usar en la parte de arriba, y encuentra el hoodie de Isa, el cual debe de haber olvidado allí, y se lo coloca, riendo por lo holgado que le queda.

Al mirarse en el espejo se peina un poco y luego pasa las yemas de sus dedos por las marcas moradas que ahora yacen en su cuello y pecho.

Finalmente baja a la cocina, viendo a su hermano cocinar unos huevos fritos, arroz y arepas.

—¿Ya te dio la vena Colombiana? —pregunta el menor, provocando que su hermano se gire, quedando prácticamente boquiabierto.

—Bachi, dos preguntitas, uno: ¿ese hoodie es de Isa? Dos: ¿QUE DEMONIOS TE HIZO EN EL CUELLO? ¿NO IBAN A ESTUDIAR MATEMÁTICAS? QUE YO SEPA LAS MATEMÁTICAS SE ESTUDIAN CON LIBROS Y NÚMEROS.

—Ay Simón deja el dramatismo por dios. Si, el hoodie es de Isa, no tenia nada mas para ponerme. Y Segundo, si estudiamos matemáticas.

—Ay Diosito, lleva a estas criaturas por el camino de la luz— dice Simón divertido, intentando que su hermano se ría.

El menor finalmente ríe, dejando ver su hermosa sonrisa y sus hoyuelos.

—Bueno, esto está listo, vamos a comer.