03. Manualidad

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Darren Hale no consideraría su vida tranquila o normal, ¿Por dónde podría empezar? Pensándolo mejor él no sabe por dónde, pero agradece todo, tiene una magnifica familia y manada, una vida a veces complicada pero muy feliz, un trabajo excelente y lo mejor es que, aunque a muchas personas podría parecerles rara su vida, a él lo hace la persona más alegre de su manada, bueno tal vez el segundo lugar si se pone después de su esposa, o el tercero si se coloca después de su esposa y ahijado, bueno él es muy feliz y agradece todo, fin.

Hay días en los que no ve a sus pequeños retoños para nada, otros donde es el encargado de la casa de manada, es decir; se convierte en cenicienta. Hoy es cenicienta.

—Buenos días vengo por Derek y Stiles Hale.

La profesora de la entrada lo miró raro, luego le quitó la credencial del kínder de ambos niños aún con una mirada cautelosa. Darren sabe que eso pasa porque el cincuenta porciento de las veces son Thalía y Peter quienes van por los retoños, el otro cuarenta porciento es Bobby, y a él le tocan el resto de veces.

—¿Darren Hale?

—A su servicio.

—Sí... —La profesora le entregó las credenciales de ambos niños y luego de anotar algo en una libreta le abrió la puerta. —Pase.

—Gracias, lindo día.

Ir por sus retoños al kínder definitivamente era de sus actividades favoritas, cuando salían de ahí siempre podría decir que los niños lo persuadieron con ojos de lobito para comer muchos dulces, cuando lleguen a la casa aventaran sus pequeñas mochilas y se pasarán la tarde viendo películas hasta que alguien los vea ser unos holgazanes, fingirán haber estado haciendo sus deberes, eso era un buen día.

Cuando llegó al salón de Stiles, este estaba dando vueltas alrededor de su mesita con su uniforme lleno pintura azul, Darren suspiró iba a costar quitar esas manchitas, el pelinegro vio el momento exacto donde Stiles uso su olfato para reconocerlo, sonrió cuando Stiles comenzó a dar brinquitos.

—¡Tío D! —Stiles corrió hacia su maestra. —Miss, él es mi tío Drarren ¿Ya me puedo ir? Dedek se pone triste si no me ve.

La señorita Braeden sonrió gentilmente. —Claro, pero sabes que tenemos que hacer para que te puedas ir ¿Verdad Stiles?

Stiles asintió efusivamente y fue hasta su tío, tomo su mano y lo jalo hasta el escritorio de su maestra, (Darren fingirá que el camino por su voluntad y no que un niño de cuatro años lo jalo con su súper fuerza de lobo).

—¡Tío D firma! Hay que ir por Dedeeeeek.

Darren negó riendo. —Buenas tardes profesora.

—Buenas tardes señor Hale, —La señorita Tandy le tendió el formato de salida de Stiles. —Necesito su nombre completo y su firma en ambas hojas.

—Por supuesto, — Darren tomó el bolígrafo que Stiles le tendía y se apresuró a firmar para no poner más ansioso al pequeño que solo daba saltitos. —Listo.

—¡Ya vamos por Dedek!

—Sí, ya vamos. —Darren le tendía la mano a la profesora de Stiles. —Muchas gracias, hasta luego señorita Tandy.

—¡Adiós miss! ¡Vamos tío D!

Y sí Darren hubiera querido ser uno de esos padres súper responsables que hablan con la maestra sobre el comportamiento de su hijo, la chispa inquieta de Stiles, ­-y la suya tiene que admitir-, no le hubieran dejado, Prácticamente corrieron hasta el salón de Derek y sonrieron al darse cuenta de que eran los primeros en la fila.

—Buenas tardes, vengo por Derek Hale.

El maestro de Derek lo vio de arriba abajo un par de veces y asintió. —Pase señor Hale.

A diferencia de Stiles y para sorpresa de Darren, su hijo no se encontraba dando vueltas ni jugando como otras veces, estaba sentado en su mesita con el ceño fruncido. Stiles claramente soltó a su tío y se encamino hasta su primo.

—Señor Hale, hoy tuvimos una cuestión con Derek.

—Eso creí. —Darren se arrepintió al segundo. —Quiero decir, ¿Qué ha pasado con mi niño?

—El tema de la clase de hoy fue; "Artes". El trabajo que cada alumno tuvo hoy fue hacer una manualidad.

Oh, Darren ya entendía.

Derek odia las manualidades. No hay nada que Derek odie más que hacer manualidades, Darren puede apostar que lo odia más que al brócoli y eso es mucho decir.

—Derek se negó a hacer la actividad, hasta que le dije que se la podía regalar a la persona que más quisiera, con ese término sin más acepto.

Darren miró de reojo a sus retoños, Stiles estaba sentado sobre su primo y veía feo a los compañeros de salón de Derek, incluso aunque estos solo estaban en lo suyo jugando con plastilina, negó y volvió su vista hacia el profesor. —Sí Derek accedió no entiendo cuál es el tema.

—La cuestión es que, el resultado de su manualidad no le gusto y cuando uno de sus compañeros trato de animarlo amenazó con morderlo.

Bien, eso también sonaba como algo que diría su hijo.

—Entiendo, entonces ¿Agredió al otro niño?

—No, por supuesto que no. —Ahora el profesor de Derek lo veía raro, Darren suspiró. —Pero debemos de encontrar una manera de hacer que su interés por las manualidades o las artes en general, crezca. 

Darren suspiró y miró de nuevo a sus retoños. —A Derek le gustan las artes, pero no las plasticas si gusta puedo venir a tener esta plática con usted en otro momento, justo ahora me gustaría irme con mis hijos a descansar y me parece que usted aún tiene alumnos a quién cuidar.

 —De acuerdo señor Hale. —El profesor de Derek asintió sin más. —Firme su boletín de salida. Le enviaré el citatorio en cuanto pueda. 

—Gracias profesor, fue un placer. —Darren alzó su mano. —Vámonos pulgas. 

Derek y Stiles estuvieron con él en menos de un segundo, completamente llenos de energía. 

—¡Hola papi! 

—Hola Der.

—¡Adiós profesor de Dedek! 

—¡Hasta mañana miss!

Ay, qué haría Darren sin sus retoños. 

[...]

Más tarde estaban en un restaurante de comida rápida, cuando el pequeño pelinegro mencionó algo acerca de su kinder. 

—Papi mi miss me vió feo hoy. 

Stiles alzó su bracito como listo para la guerra.—¡Hay que morderlo!

—Hey, no. —Darren detuvo su papa frita a medio camino. —No podemos morder a las personas solo por que si. —Cuando Derek iba a resoplar, Darren alzó un dedo. —Ni decirles a las personas que los vamos a morder, ¿De acuerdo?

Derek frunció su ceño y aún con comida en la boca habló. —¿Pod qué no?

—Por queee,— Darren entrecerró los ojos en dirección a Stiles cuando vio que iba a robar papás de otro plato.— es grosero, entonces a lo mejor ustedes se enojan y sus ojitos brillan ¿Qué pasa si sus ojitos brillan? 

Stiles alzó la mano. —Nos descubren, nos cazan y morimos. 

—Y que las deidades nos tenga en su santa glodria poque nos vamos al cielo. —Derek asintió de acuerdo. 

Darren no pudo evitar reír, bien ellos tenían un punto. 

xxx

Ily, Pickly

Criando a una ManadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora