21 | JUEZ, JURADO, VERDUGO

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Dicen que el infierno no tiene tanta furia como la de una mujer dolida, y esa afirmación le pareció verdadera a Joanna Baratheon-Stark. Después de jurar proteger a los dos niños Lannister mientras estaban cautivos, se puso furiosa cuando descubrió que habían sido asesinados.

Cuando los dos niños fueron acostados a sus pies, no pudo evitar llorar por ellos; dos niños inocentes asesinados con tanta crueldad. Ella había enviado a Alayna y Alden a reunir a los que asesinaron a los niños, y Robb les había ordenado que fueran llevados al salón donde estaban actualmente.

Joanna se arrodilló ante los niños, cerrando los ojos para tratar de calmarse, pero cuando sintió que la mano de Robb yacía suavemente sobre su hombro, soltó un sollozo tranquilo.

—Eran solo niños —dijo Joanna—. Niños que juré proteger. Eran niños.

—Lo sé, y obtendremos justicia —dijo Robb—. Tráelos.

El Negro Pez abrió las puertas y Alden y Alayna escoltaron a Lord Karstark y otros cuatro hombres en la habitación.

—¿Estos son todos? —preguntó Joanna, mientras se puso de pie lentamente.

—Sí, Su Alteza —respondió Alden.

—¿Necesitaron ser cinco para asesinar a dos escuderos desarmados? —preguntó Robb.

—No fue asesinato, Su Alteza —respondió Lord Karstark—. Fue venganza.

—¿Venganza? —repitió Robb—. Esos niños no mataron a tus hijos. Vi a Harrion morir en el campo de batalla y Thorrhen...

—Fue estrangulado por el Matarreyes —terminó Lord Karstark—. Habría sido suficiente venganza matar a su sobrina en su lugar, pero la Reina en el Norte es intocable. Ellos eran sus parientes.

—¡Eran niños! —gritó Joanna, su voz resonando por la habitación. Se armó de valor y miró fijamente a Lord Karstark—. Míralos.

—Dile a Lady Stark que los mire —dijo Lord Karstark—. Ella los asesinó tanto como yo.

—Mi madre no tuvo nada que ver con esto —dijo Robb—. Esta fue tu traición.

—Es traición liberar a tus enemigos —dijo Lord Karstark—. En la guerra, matas a tus enemigos. ¿Tu padre no te enseñó eso, muchacho?

El Pez Negro le dio un puñetazo en la cara a Lord Karstark y Robb espetó—: Déjenlo.

—Sí —dijo Lord Karstark—. Déjame con el Rey. Quiere regañarme antes de dejarme ir. Así es como trata a los traidores —se puso de pie—. Nuestro Rey en el Norte. ¿O debería llamarlo el Rey que perdió el Norte?

—Acompañen a Lord Karstark a los calabozos —dijo Robb—. Cuelguen al resto.

—¡Piedad, señor! —gritó un hombre—. ¡Yo no maté a nadie! ¡Solo vigilaba a los guardias!

—Este era solo el vigilante —dijo Robb—. Cuélguenlo último para que vea morir a los otros.

—¡Por favor! ¡Por favor, no! ¡Ellos me obligaron!

Cuando Lord Karstark y sus hombres se fueron, Edmure dio un paso adelante—. Ni una sola palabra de esto puede salir de Riverrun. Eran parientes de Tywin Lannister. Los Lannister pagan sus deudas. Nunca dejan de hablar de ello.

—¿Quieres que sea un mentiroso además de un asesino? —preguntó Robb.

—No sería mentir —respondió Edmure—. Los enterraremos y mantendremos en silencio hasta que la guerra haya terminado.

—No estoy luchando por justicia si no imparto justicia a los asesinos en mis filas —dijo Robb—. Tiene que morir.

—Los Karstark son norteños —dijo Catelyn—. No perdonarán la muerte de su Lord.

LIONS AND WOLVES | Robb StarkWhere stories live. Discover now