Cassiopeia Malfoy desde muy pequeña sabía que sus única prioridad tenía que ser su familia. Y durante mucho tiempo vivió en una burbuja, dónde todo era casi perfecto.
Theodore Nott desde muy pequeño tuvo que aprender a crecer "antes de tiempo". La ú...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Al sentir que llegamos al lugar en hacia donde nos trasladamos abro los ojos y me encuentro con una pequeña casa en el campo. La puerta de la casa se abrió y de allí salió corriendo una chica de cabello castaño lacio y corto, de aspecto delgado. Al principio no la reconocí, pero luego al observarla de más cerca supe quién era. Nymphadora Tonks.
Cuando Theo dijo "Vamos" no me imagine jamás que iríamos donde Nymphadora. Ella y yo perdimos contacto desde hace bastante, ya no me debe recordar.
—¡Cass! —exclama la recién llegada. Al parecer si me recuerda. Ella se ve muy diferente a la última vez que la vi, no solo físicamente si no que su aura en sí, ya no se ve tan feliz.
Creo que todo hemos perdido un poco de nosotros mimos durante este último tiempo.
Doy vuelta mi rostro para observar a Theo el cual no me mira a mí, si no, que inspecciona la casa.
Necesito que alguien me explique lo que está ocurriendo ahora mismo.
Antes de que Nymphandora llegue hasta donde estamos Theo toma mis brazos y me da vuelta para que lo mire. —Escucha Cass, esto va a ser un poco confuso, pero necesito que te quedes con ellos hasta que todo esto termine, te buscare, juro que lo hare. Pero ahora mismo no me puedo quedar contigo, tengo la marca, me encontraran. Y no dejare que te encuentren a ti también, no puedes seguir arruinándote. Y sé que estarás mejor con ellos que conmigo. —mi cerebro no reacciona a lo que Theo dice, mis ojos se llenan de lágrimas y tomo su mano.
—¿A qué te refieres Theo? ¿Te iras? —pregunto mientras las lágrimas se deslizan por mi rostro.
—Me tengo que ir, es por tu bien, pero te voy a encontrar cuando esto termine. —responde con sus bellos ojos azules cristalizados mientras junta nuestras frentes —Te encontrare y todo estará bien.
—No, nada estará bien. —lloro aún más mientras las palabras salen de mis labios —No puedes dejarme, n-no puedo hacerlo sin ti, y-y lo sabes.
—Lo siento —murmura antes de alejarse de mí y desaparecer.
Me siento más confundida que nunca. Mis piernas tiemblan advirtiendo que me caeré, y efectivamente lo hago. Caigo al frio pasto sollozando como una niña mientras que mis manos cubren mis ojos.
Nymphadora corre hacia mí y me abraza dando suaves caricias en mi espalda, murmurando palabras lindas que se supone me calmaran.
De la casa sale mi tía Aldromeda y lo que parece ser su marido tomados de la mano, mirándome con tristeza.
Odio este sentimiento, odio sentirme observada.
Unos minutos después ya estoy dentro de la acogedora casa con una cobija en mis hombros y un vaso de agua en mis manos.
—¿Te sientes mejor cariño? —pregunta mi tía Andromeda.
Niego con la cabeza sintiendo aún más lagrimas caer por mis mejillas.
