𔓕 placebo, minchan.

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pasionate
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—¿has visto cómo el señor bang no te quita la mirada? es un descarado —comentó su marido mientras ladeada su cuerpo y le sonreía más gente a su lado zurdo y sorbía de su copa.

—vamos, changbin, estoy segurísimo de que mira así a todo el mundo, no solo soy yo... ¡es más! mira —al otro lado del salón, estaba el tal señor bang arqueando una ceja hacia el escote de una mujer medianamente de su edad—. ¿lo notas? solo es un tal heterocurioso.

—mientras que no te eche ni un maldito ojo...

—changbin, no empieces, por favor —y tomando su codo para poder entrelazarlo con el suyo y caminar a sus alrededores, minho se aseguró de también alejarse de bang.

oh, maldito bang.

el hombre con el que todo mundo había tenido algo, pero eso eran solo rumores.

el hombre con el que varias señoritas experimentaron el sexo por primera vez, pero eso eran solo rumores también.

el hombre que minho había estado frecuentando constantemente cada que changbin salía de viaje dos o tres días, eso siquiera llegó a ser rumor, pero era cierto.

ambos estaban de acuerdo que para su pequeña ciudad donde todos se conocen es más que obvio un acto suicida donde los vean juntos en horarios laborales o plena luz del día si es que el esposo de lee minho, seo changbin, no está con él y un hombre terciario a su relación esté de entrometido.

porque eso era christopher, un terciario que solo había venido a la ciudad un par de años.

y el cual seguía posponiendo su ida por un hombre, hombre que ya había reclamado como suyo sin serlo.

minho no era del todo fiel creyente a todas esas palabrerías de señoras mayores las cuales dicen que conocerás el amor de tu vida y al sentir la necesidad de casarse con este, es porque era el indicado.

tal vez en su interior sí sintió amor por changbin, bueno, él seguía teniendo voz y voto, sino le hubiera gustado changbin alguna vez lo hubiera dicho y se hubiera roto su lazo.

pero ahora era diferente.

porque minho conoció a christopher mucho después de changbin y ahora no para, no, no paran de poder desearse el uno al otro.

christopher tal vez y hasta estaba peor que minho.

posponiendo su fecha de salida y no retorno de esa ciudad por un muchacho que no está seguro de si abandonar a su marido o hacerse el muerto, lloren por él y nunca más lo busquen de nuevo.

honestamente, a christopher no le importaba el alrededor. no le importaba si se iban ambos tomados de la mano enfrente de todos por la carretera que da hacia el este del país o si se van una noche fría en un autobús llevando solo el dinero del pasaje y crear una vida nueva completamente.

completamente dispuesto a dejar su dinero y herencia por minho. llámenlo loco.

solo quería estar con minho.

porque desde que lo vio, sabía, lo intuía, que minho era simplemente para él así como él era para minho, ¡dejando de lado las apariencias! eran tal para cual...

christopher volteó hacia la dirección en donde estaba min y su perro faldero; habían desaparecido.

chasqueó su lengua, tonto lee minho.