Capítulo 15

3.8K 404 100
                                    

PETE:

Hacia un mes que me mudé a mi casa.
Visitaba a mis abuelos  en las noches, tomaba el  té con ellos, después me iba a mi casa y ahí.... Me sentía solo. No había nadie más que yo oh y el pequeño gato negro que se había mudado conmigo. 

Trabajaba cosechando fresas, mangos, lychees y rambutanes.  Para después venderlos en el pueblo de la isla en un pequeño mercado, donde iban turistas y obviamente los mismos habitantes.

El empleo me lo ofreció Wiak, su abuelo tenía árboles de estás frutas, cómo es algo grande ya no puede cosechar por si mismo estás, ni hablar de venderlas en el puesto del mercado. Así que contrato a varios para la cosecha y a mí para cosecharlos y venderlos.

A decir verdad era un poco terapéutico,  el estar en contacto con la naturaleza.
De todas formas, seguía sin sentirme yo. No hablaba con nadie a excepción de mis abuelos, Wiak, su hijo Luca y su esposa.  De vez en cuando Luca me ayudaba con las cocechas. Y a vender.  Siempre había sido bueno con los niños.

Trabajaba desde temprano hasta en la tarde en la puesta del sol.  De lunes a sábado, los sábados solo medio día.

Así mantenía mi mente ocupada. O eso me obligaba a creer ya que no podía sacar de mi cabeza a Macao, Venice y Vegas.

Sobre todo Vegas.  Estos últimos 3 meses me he sentido extraño. Mi Omega por lo general no se presenta.  Ni hablar de los ciclos de calor. Se me presentaron dos en un mismo mes. Odiaba ser recesivo. Todo el tiempo que pase con Vegas solo tuve un periodo de celo.  La primera vez que Vegas me anudó.

La primera vez que entre en mi ciclo de calor me desmaye en mi casa. Tenía que ir a trabajar temprano  a cosechar mangos.
Wiak me encontró. Cómo no había ido fue a buscarme a ver qué había pasado.  Me encontró tirado en medio de la cocina, él y su esposa Nita, me llevaron  a mi habitación.

Estaba  semiinconciente. Nita había ido por el botiquín de su casa para ver si tenía supresores, Wiak me arropaba y en una de mis alucinaciones creí ver a Vegas.  Así que la necesidad de mi Omega fue tomarlo del rostro y besarlo, rápidamente  sentí unas manos callosas y grandes alejarme.

-Vegas... Te necesito... - quise volver a besar esa hermosa alucinacion. Hasta que me golpearon un poco la mejilla.

-Pete soy yo, Wiak. - me agarró las manos  para que no hiciera más.
-Wiak...- tenía razón. El aroma de Vegas no estaba presente. Necesitaba su olor desesperadamente. Lo necesitaba.

- No tengo supresores. Lo mejor será dejarlo encerrado en la casa y venir cuando esté mejor - ambos me dejaron en mi habitación.

Sentía mi cuerpo arder, estaba caliente y  mi entrada estaba un poco lubricada.  Eran pocas las veces que se me lubricaba solo.

- Necesito a Vegas...- salí de mi habitación para ir al otro cuarto donde había hecho una especie de nido. Con cosas que me robe de la casa de Vegas. Algunas de sus playeras, botellas de vino tinto. Me puse una de sus camisas rojas que me llegaban abajo de mis nalgas. Me recosté en la cama redonda que había comprado hace poco.

Tenía la ropa de Vegas al rededor míom olía cada prenda con desesperación. Mientras más la olía, más necesitaba tocarme. Intenté hacerlo con mis manos.

- No es suficiente...- Jadee  sacando los dos dedos de mi entrada. - Hummgg!! Lo necesito ... - mi Omega y yo lloramos al no tenerle cerca. Al no ser tomado por él ni por nadie.  Mi cuerpo comenzó a doler. Yo lloraba al  no tenerle cerca. Parecía que tenía los huesos rotos. Y la fiebre era demasiada. Creo que me desmayé por el dolor  unas cuantas veces en la noche.

Así pasaron dos veces.
Fueron los celos más dolorosos que había experimentado.

La segunda vez. Me desmaye mientras cosechabamos mangos,  uno de los trabajadores le hablo a Wiak, el me llevo al a un pequeño centro de salud.  Al despertar. Vi al doctor Top.

Solo para mí. [COMPLETA]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora