Capítulo 4

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PETE:

A eso de las 3:30 el monitor de Venice cumplió su función y se escuchaba su llanto demandante. Me desperté de inmediato y apague la alarma del monitor dejandolo en la mesita de noche. Retiré la mano de Vegas, este se volteo al otro lado tapándose con otra almohada los oídos.

-Ya, ya llegué - Tomé a venice en mis brazos, lo acune y comencé a meserlo, en lo que su biberón se calentaba- ¿Tienes hambre? Lo sé, en un minuto mi pequeñito- Limpié sus lagrimitas. Comenzó a hacer pucheros ya que no tenía su biberón, lucía algo enojado, esa misma expresión hacia Vegas cuando estaba enojado y no conseguía lo que queria- En un momento- dije riendo al ver su cara. Cuando estuvo listo el biberón, comprobé que no estuviera muy caliente. Me senté en el sofá - mecedora. Y le di a mi pequeño su biberón, quien lo tomaba desesperado. - ¿Sabes? Haces la misma expresión que Hia Vegas, así debes llamarlo, yo sé que quizá no te cae bien, pero es tu hermano y muy en el fondo, muy muy en el fondo de su corazón él te quiere. Y tu también tienes que quererlo y no llorar cuando te ve.- Venice me miraba atentamente - igual no debes enojarte solo porque no obtienes lo que quieres de forma inmediata - besé su cabeza. Comencé a cantar una canción de cuna en lo que se dormía, lo cual no paso mucho tiempo. Volví a dejarlo en su cuna. Y salí de la habitación.

Mire el reloj que estaba al fondo del pasillo 4:20 am casi una hora para dormirlo. Suspiré con cansancio. Bajé a la cocina. Me tope con varios subordinados que montaban guardia, en la noche.
Prendí una luz tenue, de una sola lámpara. Calenté un poco de té, me senté en la barra del comedor. Saque mi celular y mire un calendario virtual checando cuando había sido mi último ciclo, 5 meses, un ciclo en lo que va del año. El segundo tendría que llegar en pocas semanas o un mes.
Por suerte el Dr. Top me había dado supresores fuertes. Que los comenzó a tomar de inmediato que Vegas salió del hospital. Pues no sabía en qué momento podría comenzar. Ojalá tuvieran un buen efecto.

Tenía que contarle a Vegas esté secreto, no podía dejar que se enterará de otra forma. Tenía que escucharlo de mí. ¿pero y se burla?
¿Y si me deja porque soy inservible? Tal vez me vuelva a encerrar y a castigar por haberle mentido.
Si fuera así me quitaría a Venice y no me dejaría verlo nunca más, ni a Macao, ni a él.
Miles de pensamientos se agruparon en mi cabeza. Todas las reacciones posibles.
-Ese té realmente no te sabrá bien frío- La voz que escuche me causo un espasmo y me saco de mi mente-
-¿Vegas?- volteo a verlo, tenía el pelo revuelto y solo su pantalón deportivo de dormir-
-¿Que haces despierto a esta hora? - me preguntó en lo que se acercaba y masajeaba mis hombros-
-mmm Venice tenía hambre y no pude volver a dormir. Así que vine a tomar una taza de té.
-El té se enfrió hace mucho- tentó la taza-
-mmm - agache la mirada.
-¿Pasa algo? - después de un tiempo en silencio se sentó a mi lado y tomo mis manos entre las suyas.

Entrelazó nuestras manos, subí la mirada para verlo directo a los ojos, entre abrí los labios para decirle lo que sentía - mmm - mordí mis labios y de nuevo agache la mirada rompiendo el contacto visual- No es nada, solo estoy algo cansado. - Sonreí para no levantar sospechas.

A veces sonreír ayudaba, hacia creer a las personas que todo estaba bien. Y la mía se veía siempre auténtica.
No pude decirle lo que en realidad pasaba, tenía miedo. Miedo de su reacción hacia mi. No quiero que me deje.

- Te prepararé otro té- se alejo de mi y volvió a calentar té, lo diferente es que le puso leche y miel a este.- toma - me acerco una taza, la tomé mientras estaba caliente, di un sorbo pequeño y disfrute el sabor-
-Delicioso- El sonrió complacido - ¿Dónde aprendiste a prepararlo así?
- Mi mamá lo preparaba así cuando no podía dormir- suspiró dando un pequeño sorbo el también-
-¿Y tú porque estás despierto?- le pregunté después de un rato en silencio.
-Bueno, esa cosa es muy ruidosa, creo que despertó a media casa. Hace un gran escándalo.-
-¡No le digas así!- me enoje con él- ¿Tiene nombre sabes? Se llama Venice y es tu hermano. ¿Quieres que te lo vuelva a presentar?- Vegas alzó ambas cejas, no esperaba que me enojara realmente.
-Con una vez es suficiente. Además ese pequeño demonio me odia. Y solo es mi medio hermano. Sigue siendo hijo de esa estúpida zorra.
-¡Vegas!- alzó la voz, varios subordinados se nos quedaron viendo queriendo acercarse pero Vegas los detuvo- El no tiene la culpa de nada. Solo es un bebé, tal vez te llevarías mejor con él si hicieras un esfuerzo por acercarte.
-Pero si siempre llora cada vez que me acerco-
-Eso es porque pones cara de querer matar lo primero que se te cruce-
-Asi es mi cara por si no lo has notado - ¿En qué momento está plática tranquila se volvió en una ruidosa discusión? -
-¿Ves? Ni siquiera haces el esfuerzo por querer llevarte bien con él.
-No se porque te encariñaste con ese pequeño demonio ni siquiera es tu hijo, es más, ni siquiera está registrado como tuyo, mío o miembro de esta familia.-
-Ese niño es mío y de nadie más y si tú no lo quieres, bien. Entonces pondré mis datos en su acta de nacimiento.
-Pete, estás siendo exagerado ¿Que es Venecia para ti? ¿Un premio de consolación?
-¿Que quieres decir?- ambos teníamos un duelo de miradas de furia y enojo-
-¿Acaso Venice es un premio de consolación, Por ser beta y que no puedas tener hijos propios?- Abrí los ojos mirando su rostro, no pude controlar furia en mi interior y evitar darle una cachetada que resonó por toda la cocina, obligando a Vegas a agarrarse de la barra de desayuno.
Vegas, se llevó la mano a su mejilla roja por mi golpe. Ví como el Vegas psicópata que hace mucho no veía, salía hacia la luz. Lo vi acercarse a mi y después sentí una opresión en mi cuello, me estaba ahorcando, obligándome a hacerme hacia atrás pegandome en mi espalda con la pared-
-Vuelve a hacer eso y te juro que lo vas a lamentar- Teníamos un duelo de miradas ni yo bajaba la mía ni él tampoco.
-No tienes ni la más estúpida idea...- dije entre dientes. La respiración comenzaba a faltarme. Un gran cúmulo de sentimientos de enojo tristeza e impotencia se apoderaron de mi, estaba a punto de llorar.
-¿Qué está pasando aquí? - Macao se levantó e irrumpió - Hacen mucho ruido - ambos volteamos a verlo, en cuanto Vegas aflojó su agarre lo empuje logrando quitarlo de encima.-
-Nada, una simple discusión, lamentamos despertarte -Me acerque a Macao. Sonriendo dejando mis sentimientos para que no notará nada.- Vamos, es muy temprano, te llevaré a la cama- Tomé a Macao de los hombros sacándolo de la cocina, antes de abandonarla, volteo a ver Vegas quien sigue parado ahí atónito. No pude evitar que una lágrima recorriera mi mejilla. Estoy seguro que la vio.

Solo para mí. [COMPLETA]✓Where stories live. Discover now