47. Última etapa

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Hyunjin casi llora de la emoción cuando sus hermosos ojos castaños se abrieron frente a él, formulando una preciosa sonrisa antes de apretarlo de nuevo entre sus brazos. Se había asustado mucho cuando él no reaccionó, incluso después de sacudirlo como Ryujin lo había hecho con Yeji. Y hablando de estas, se habían encargado de tratar de despertar a las demás, pero no lo habían logrado.

—Hyunjin, me lastimas. —Su grave voz resonó entre su pecho, con marcada dificultad entre el hecho de no estar completamente consciente y estar siendo aplastado bestialmente por su novio.

Lo soltó, demasiado contento como para no querer aplastarlo más entre sus brazos, así que simplemente le sostuvo el rostro y se dedicó a repasar cada una de las bellas facciones de Felix, ensimismado en una burbuja de felicidad efímera.

Luego se acercó para besarlo, sin importarle quien lo veía o no, y dejando chasquidos cada vez que hacía contacto rápido con ellos. El menor cerró los ojos dejándose llevar, no habían podido besarse antes, y la necesidad era tanta, que ser vistos ya no importaba, la verdad es que les seguía incomodando la idea de ser vistos besándose y llamar la atención.

Como en ese momento, un chillido agudo de la menor de las chicas los sacó de su burbuja, Felix volteó asustado al darse cuenta que había publico presente, pero a Hyunjin poco le importó, volvió a abrazarlo y hundiendo la cabeza del menor entre su pecho y sus brazos, dejándole ocultar la visible vergüenza que tenía.

Hyunjin inquirió con la mirada a Yuna, al parecer había despertado sin que él se diera cuenta, pero incluso su hermana y Ryujin los estaban mirando, ahora era él el avergonzado.

—Lo siento pero es que... ustedes son tan tiernos. —La chica volvió a chillar y sonreír como una niña pequeña, sus mejillas se coloreaban de rosa mientras trataba de cubrir su rostro con sus manos.

Escuchó una risita de su hermana, y luego le siguió el mismo gesto de Ryujin.

—Lo siento Jin, me ha sorprendido tanto.

—Quién diría que el puto de secundaria realmente había caído por un adorable chico. —Esta vez, su hermana y la chica se carcajearon en volumen bajo.

Bufó con fastidio, pero aún sonriendo, incluso los comentarios sarcásticos de la chica no eran capaces de ponerlo de mal humor, no si a pesar de todo estaba con Felix, y el chico estaba sano y salvo.

—¿Dónde estamos? —Minho se reincorporó de la misma forma que había visto a Ryujin hacerlo, como un muerto volviendo de la vida, pero el chico se agarró la cabeza con evidente dolor, masajeándola.

—Parece un vagón de camión. —Yeji miró hacia el techo, de vez en cuando el vagón se sacudía tanto que tenían que agarrarse de algo, así que las chicas habían optado por permanecer todas juntas agarrando firmemente a Lia y Chaeryeong que permanecían inconscientes, y por otro lado Minho hacía lo mismo con Jisung.

Todos se miraron entre sí cuando el movimiento paró, a la espera de que algo pasara, tres de ellos aún estaban inconscientes así que se encontraban en desventaja si tuvieran que luchar justo en ese momento. 

Escucharon voces fuera, voces masculinas en forma de murmullos revueltos, y cuando las dos grandes puertas del vagón se abrieron, había un ejército de hombres uniformados de negro enfilados al rededor. 

No fue sorpresa para ninguno de ellos, que dos siluetas altas se antepusieran delante de todos, llegando hasta la puerta y golpeando el suelo del vagón de forma que el ruido del metal resonó estruendosamente dentro.

—Felicidades, han llegado a la última etapa. —La voz sarcástica imitando felicidad fue fácilmente reconocida por algunos, por lo tanto, se imaginaban quién era el chico que se mantenía firme detrás de él.

= De la A(mor) a la Z(ombies) || Hyunlix =Where stories live. Discover now