40. Salirse con la suya

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"Changbin siempre consigue lo que quiere".

En realidad, no había mentira más grande que esa. Es Seungmin quien siempre consigue lo que Changbin quiere.

Él siempre estuvo detrás de Changbin, no hay recuerdo en su cabeza de alguna vez en donde no haya conseguido lo que el mayor quería solo para hacerlo feliz.

Sin embargo, Kim Seungmin también conseguía todo lo que él quería para sí mismo, excepto por una cosa: a Changbin.

Le había gustado Changbin desde que era un adolescente, ni siquiera sabía por qué, había pasado tantos años de su vida detrás de ese amor imposible que ahora lo veía más como una costumbre a seguir. Pero a su vez, a él realmente le seguía gustando Changbin. No tenía sentido, estaba loco y nadie mejor que él lo sabía, no tenía ni una pizca de inteligencia en su persona, o al menos, Changbin siempre había dependido de él para solucionar sus problemas más grandes.

Desde pequeños, cuando sus padres se volvieron socios de una gran compañía, se hicieron amigos y tiempo después, él no pudo mantener sus sentimientos en simple amistad, llevándolo a hacer toda clase de cosas para atraer la atención del mayor. Si Seo Changbin recibía un reporte por mal comportamiento, tal vez ese mismo reporte vaya a desaparecer mágicamente de su historia como si nunca hubiera sucedido.

Incluso aquella vez donde Changbin quiso aterrorizar a su vecina Chaeryeong, fue Seungmin quien consiguió a alguien más que le trajera los animales muertos que el mayor se encargaba de dejarle en su patio.

Pero a pesar de la mentalidad poco compleja del mayor, aún no lograba detectar qué era lo que a Changbin le gustaba de sus amores platónicos, o mejor dicho, de sus "víctimas".

Seungmin conocía a Yongbok desde antes del incidente, incluso si Yongbok no sabía de su existencia, la regla era totalmente distinta en reversa. Él conocía cada parte de la vida del chico, conocía su procedencia del país extranjero, conocía su horario escolar, el número y la dirección de su casa, incluso algo tan estúpido como su color favorito. Se quería mentir creyendo que sabía todo esto a causa de Changbin, pero en realidad no era así.

Había una razón por la que Kim Seungmin atormentaba la existencia de Yongbok incluso sin que este lo sepa: la envidia.

Seungmin creía que las personas bellas solo tenían un único talento: ser bellas. Y Yongbok era la perfecta prueba de aquello, un chico hermoso totalmente aterrorizado por la vida real, tan indefenso que ni siquiera podía huir de las travesuras de Changbin.

Pero le molestaba, le enojaba tanto que Yongbok fuera el centro de atención de Changbin, y a la vez, intentaba aprender de ello. ¿Qué era lo que Yongbok tenía que él no? ¿Belleza? No, en realidad Kim Seungmin recibía tantas cartas en San Valentín que su casillero explotaba, era tan popular en la escuela y a la vez, el presidente del consejo de alumnos, era la perfecta combinación entre belleza e inteligencia, superando el patrón, superando a aquellos que eran como Yongbok.

Pero entonces, cuando pudo sostener su cuerpo, y tuvo al indefenso chico temblando y llorando por su toque, entendió que manipular a Yongbok era tan fácil como quitarle un dulce a un bebé. ¿Era eso lo que a Changbin le gustaba? ¿La belleza y la dulzura que derivaban en una existencia incapaz de defenderse de la malicia? Porque si era de esa forma, nunca podría compararse, él también estaba casi tan loco como el mayor, ya que a ninguna persona cuerda le gustaría alguien como Seo Changbin.

Seungmin también creía que la belleza se acababa, si alguien te propiciaba un puñetazo que te desviaba la nariz, automáticamente serías feo. Pero entonces tuvo a Yongbok, quien era tan hermoso, que incluso con las piernas deshechas y cubiertas de sangre, aterrorizado del toque de Changbin o Jeongin, seguía luciendo tal como una frágil y hermosa flor.

= De la A(mor) a la Z(ombies) || Hyunlix =Where stories live. Discover now