Capítulo 13

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Frey se dirigió a esa pequeña cafetería en medio de la carretera. Al llegar pudo notar el ambiente pesado, el olor a hierro y desesperación proveniente del interior

Se acercó, trató de tomar el pomo de la puerta para entrar pero una ráfaga de arena la rodeó, trató de cubrirse los ojos con sus manos pero en cuanto lo hizo la ráfaga se detuvo 

Lentamente abrió los ojos y bajó los brazos

A su alrededor no había más que la vista de un mar infinito en todas las direcciones. Bajó la mirada observando sus pies y notó que no se hundía en las profundas aguas, estaba sobre ellas como si no pesara más que una pluma. Elevó la mirada y en lugar de un cielo encontró su reflejo y el de las aguas a su alrededor, levantó su brazo apuntando a su reflejo para intentar tocarlo, en cuanto su índice hizo contacto con el inmenso espejo en el cielo este se quebró explosionando en un millón de mariposas de todos los tamaños, de todos los colores imaginables y más vívidos. Las mariposas revolotearon rodeándola elevando su cabello y sus faldas por la brisa de su aleteo

Frey sonrió admirada e intrigada por lo que estaba sucediendo

En un instante las mariposas empezaron a dispersarse dejando a la chica sola nuevamente en medio de ese basto océano 

-- Supuse que te gustaría -- una voz habló a sus espaldas

Ella volteó inmediatamente reconociendo a su eterno 

-- Estás aquí... -- murmuró ella 

-- Gracias por encontrar mi rubí, te lo debo -- sonrió el eterno 

-- No, no digas eso. Sabes que no lo hice a cambio de algo 

-- Lo sé -- asintió Sueño -- Pero permíteme darme una excusa para tratar de pagarte mil cosas durante el resto de mi existencia 

Frey rio dulcemente 

-- De qué otras cosas hablas? 

-- De todo. Mathew me contó lo que pasó con tu hermano, no debiste 

-- Sí, sí debí -- respondió rápidamente -- Lo hice por ambos

-- Pero te lastimó -- dijo el eterno señalando con la mirada el rostro marcado de la joven -- Y me hace sentir tan culpable

-- Nada fue tu culpa, por favor deja de herirte así 

El eterno se acercó a ella caminando fácilmente sobre las aguas, tomó sus manos entre las suyas y la miró a los ojos 

-- Ayúdame a sanar -- susurró como una débil súplica que salía directo del corazón

-- Es lo que he estado haciendo -- sonrió en respuesta con un brillo en los ojos 

Morfeo se le quedó mirando minuciosamente por un momento. Cada facción, cada milímetro de su rostro y silueta eran cautivadoras. El eterno sonrió levemente, embelesado por todo su ser

-- Eres tan hermosa. Ni la realidad y siquiera los sueños podrían igualar tu belleza, Frey 

Morfeo pasó sus dedos por los blancos cabellos de la diosa, tan suave y sedoso, como palpar el mismo cielo

-- Esto es un sueño? -- preguntó ella 

-- Lo es, para ti y para mí 

-- No había soñado hace décadas 

-- Ten por seguro que desde ahora los sueños más hermosos serán solo tuyos -- apretó la mano de la joven con cariño

-- Tú estarás en ellos? 

-- Siempre... 

El eterno acarició el rostro de la joven con suave tacto dedicando cada sensación a su delicada piel 

Ella cerró los ojos sintiéndose tan protegida 

-- Quisiera quedarme aquí por siempre -- susurró Morfeo 

Frey abrió los ojos y sonrió suavemente 

-- ... Pero debes ir por tu Rubí 

Sueño asintió 

-- Solo deseo un momento contigo, sin preocuparme de lo demás. Como antes... 

-- Pero antes no éramos lo que somos ahora 

-- Entonces valió la pena -- respondió con una sonrisa suave en el rostro 

Ella asintió. Lentamente juntaron sus frentes siendo incapaces de separarse 

-- Por favor regresa -- susurró Frey 

-- Por favor espera por mí 

Se separaron lentamente y se miraron por un instante. Morfeo sacó su arena y la derramó sobre una de sus manos, suavemente la extendió frente a los ojos de la joven y sopló con cuidado hacia ella 

Frey cerró los ojos. Sueño la vio desaparecer lentamente, como si durmiera plácidamente siendo tan protegida por el Rey Morfeo 

Esa misma noche, Morfeo regresó a aquella cafetería donde el caos ya había comenzado y dejado el rastro de la muerte. Fue difícil, pero recuperó lo que era suyo entre pesadillas y una lucha de poder contra el ladrón del rubí, después de todo solo era un mortal enfermo envenenado de ira y odio por todo lo que había vivido, pero nada de aquello era excusa para tratar de autoproclamarse el Rey de los Sueños intentando arrebatarle su poder a Morfeo y castigando a la humanidad por un rencor de su pasado 

El rubí fue destruido en un último intento desesperado de ganar por parte del mortal, se creía vencedor pero no se percató de que todo el poder que esta joya contenía regresaría a su portador, Sueño de los eternos. Siendo ahora más poderoso que antes y también piadoso, decidió no castigar a John con la muerte, sino dejar que pagara sus crímenes en la vigilia con el castigo que las personas le impusieran 

Cuando creía que todo había terminado fue al encuentro de su amada y su fiel cuervo 

En medio de una calle en una de las muchas ciudades donde el caos había sido suelto, los tres se reunieron nuevamente 

La joven corrió a los brazos de su amado en cuanto lo vio aproximarse. Estaba tan contenta de que todo hubiese terminado, aunque las personas del mundo no habían tenido tanta suerte 

-- Todo el daño que hizo el rubí, usted puede deshacerlo? -- pregunto el ave observando el paisaje desastroso en aquella ciudad 

-- El rubí no lo hizo -- respondió paciente hacia su ave -- John solo lo usó para revelar heridas que estaban ocultas y nunca sanaron. Mañana empezarán a reconstruir, en este reino y el mío. Pero esta noche, la humanidad dormirá en paz 

-- Y no solo la humanidad necesita un descanso -- agregó la joven observando al eterno que aún la sostenía de la cintura 

Él sonrió -- Tal ves tengas razón 

-- La tengo -- asintió amable -- Vámonos Mathew 

La joven extendió su mano hacia el cuervo en el suelo ofreciéndole llevarlo. Esta vez el ave no tuvo que pedir permiso de su amo para aceptar el ofrecimiento de la joven, solo dio un pequeño salto y un aleteo para subir a la mano de Frey. Ella lo sostuvo un instante y mirándolo agradecida acarició su cabeza con el dorso de sus suaves dedos 

-- Eres un excelente compañero, Mathew -- halagó 

Mathew rio avergonzado -- No es para tanto -- sacudió su ala tratando de sonar modesto 

Frey le sonrió una última vez y lo posó en su hombro. Tomó la mano del eterno y los tres se alejaron con calma, al fin y al cabo su misión había concluido esta vez

De no ser por unos ojos maliciosos que los seguían desde lo lejos

Pero ese será un asunto para más tarde, por ahora el trío se merecía un descanso. Aunque los problemas no tardarían en regresar... 


el Amor de MorfeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora