Capítulo 11

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No había marcha atrás, el juego había comenzado

Frey observaba el abismo con todos esos demonios que vitoreaban salvajes ante la presentación del yelmo sostenido por el demonio Choronzón que daba partitura al desafío 

-- Bienvenidos damas y caballeros. Hoy para su entretenimiento y su deleite, un duelo formal 

Los gritos y alboroto de las criaturas en el averno ensordecieron a la joven. Estaba aterrada, no sabía lo que podría pasar con Morfeo, con la ensoñación y la vigilia, poco le importaba lo que pasaría con ella 

-- El retador es Sueño -- los abucheos se hicieron presentes -- El antes amo del Reino del Sueño. Como desafiado he seleccionado a mi campeón, Monarca del Reino del infierno, Lucifer Estrella de la Mañana -- los demonios lo alabaron a gritos engrandeciendo el ego de su Monarca -- Para que me represente en un duelo de habilidad, confianza y transformación. El juego más viejo 

Ignorando al resto, Morfeo tomó ligeramente la mano de Frey para guiarla al otro lado de la habitación junto a Mathew

-- Mathew, necesito que regreses a la ensoñación -- susurró a su cuervo 

-- Qué? No! Y abandonarlo aquí?

Mathew estaba decidido a no abandonar a su Rey 

-- Solo por eso dejé que vinieras. Si no puedo irme del Infierno no quiero que Lucienne se quede sin saber de mi suerte. No de nuevo. La arena te va a llevar -- Dirigió su mirada un instante hacia Frey de rodillas escuchando todo -- Tú irás con Mathew 

-- No! No puedo hacer eso! -- se alteró -- Te harán daño si se enteran que pretendes violar los acuerdos, yo soy parte de esto también 

-- Y yo no voy a regresar -- añadió el cuervo 

Morfeo se quedó en silencio, no quería que ninguno saliera herido y menos en una situación de tortura eterna. No podía oponerse pues al parecer ni Frey ni Mathew obedecerían a su orden 

-- Morfeo -- habló Lucifer mirando fijamente a la chica arrodillada en el suelo -- Interrumpo alguna especie de pelea preliminar? 

-- Le estoy dando ánimos -- habló Mathew -- Su majestad -- hizo una pequeña reverencia -- Vinimos por el yelmo y no NOS iremos de aquí sin él 

-- Eso si ganan -- respondió Samael -- De lo contrario, ave, te irías sin más que solo el yelmo. No es así, Amor mío? 

Frey lo miró desde abajo, no iba a responder pues era bastante obvio

 Nadie esperaba que el Monarca del Infierno se inclinaría levemente y le ofrecería la mano a la joven 

-- Estarás junto a Mazekeen -- se dirigió a Frey -- Por si las dudas 

Frey observó la mano de Lucifer todavía extendida frente a ella. Dirigió una mirada rápida a Morfeo pero él no la observaba a ella, sino al Ángel que extendía su mano, podía notar la ira en su mirada más no podía hacer nada

Para evitar cualquier disgusto, Frey aceptó suavemente la mano de Samael. Él sonrió satisfecho y la ayudó a poner se pie. La chica sentía que sus rodillas temblaron al pararse, el agarre de Lucifer era firme y bruto, la llevó sin soltar su mano hasta el rincón donde Mazekeen se encontraba 

La dejó ahí parada junto a su demonio de más confianza, pero no soltó su mano, sin embargo se inclinó y dejó un beso suave en el dorso de la pequeña mano de Frey, era un beso cargado de malas intenciones disfrazado de cordialidad o aprecio que constantemente era confundido por simple capricho 

el Amor de MorfeoWhere stories live. Discover now