𝙎𝙚 𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙡𝙖 𝘼𝙡𝙛𝙖 [OMEGAVERSE] ᴮⁱⁿʷᵒᵒ

Capítulo 3

DongMin ya estaba empezando a sentirse incómodo con la mirada que le daba Hyo Joo. Ella había notado lo de buen de humor que el Omega había llegado trabajar. Hizo todo sin quejas, con una gran sonrisa y encima se veía bastante relajado para alguien que tenía prácticamente la soga al cuello en cuestiones de pendientes.

El Omega no se lo diría jamás. Pero... por más bochornoso que sea, que Moon lo masturbara le ayudó bastante. Y no sólo por eso, si no el sentir sus manos. El sentir sus labios y también los toques en su piel cuando le daba masajes.

¡Oh cielos!

No quería pensar más porque habría problemas graves de feromonas. Y eso sería altamente ingrato y vergonzoso.

Es que... simplemente ese hombre era una maravilla. Todo lo que hacía le encantaba.

¿Cómo alguien puede enloquecerte en pocos días? Ese es Moon truco

Se quedó unos segundos pensativo mientras mordía distraídamente la tapa de el lapicero. Pensaba que tal vez... podría llamarlo esa noche, no sé, para... cenar tal vez. Sí, cenar.

¿Sería algo obsesivo o se ve muy desesperado?

¡Bah! ¿A quién engañaba? Estaba soltero, tenía veintidós años y podía hacer lo que quiera.

A fin de cuentas, no tenía nada que perder

Pero absolutamente nada...

Aveces se preguntaba ¿Por qué Moon no le cobró? Bueno, él le había dicho que tenía otro trabajo. Pero en su página decía que el precio era discutible. ¿Acaso se refería a favores a cambió de compañía? ¡No! ¡Lee DongMin, cálmate! No quería ponerse a pensar cosas que no son.

Pegó la vista en el ordenador y se dispuso a revisar unos correos que habían llegado para la empresa con atención y sumo cuidado.

— DongMin, el jefe necesita que edites está presentación y que le agregues a las partes marcadas lo que esta aquí — Entró Hyo Joo, de pronto. DongMin alzó la mirada expectante y se acomodó los anteojos.

— ¿Eh? Sí. Dámelos — Pidió. Ellas se los paso. — Bien entonces... voy a digitalizar esto, y te lo entrego en media hora

— Está bien — Sonrió, pero antes de salir se dió la vuelta con el ceño fruncido — DongMin...

— ¿Mhm..? — Sonreía mientras tecleaba algo en la computadora.

Ella se acomodó en el asiento de enfrente y sopesó un poco antes de hablar, no quería sonar muy metiche, pero la curiosidad la mataba.

— Se puede saber ¿por qué de tan buen humor? ¿Paso algo? Sabes que puedes contarme — Dijo ella. DongMin se ruborizó y se acomodó los lentes figiendo normalidad.

— No es nada de el otro mundo — Contestó con la vista en la computadora.

— Si no fuera nada de el otro mundo lo dijeras — Se cruzó de brazos. DongMin resopló, pero antes de contestarle algo la puerta fue tocada.

— ¿Diga? — Preguntó DongMin.

Un guardia de seguridad se asomó

— Un amigo vino a buscarlo — El Omega ensanchó los ojos. Por un momento pensó que podía ser... — Su nombre es Yoon SanHa ¿Lo dejo pasar?

Suspiró decepcionado. — Sí, déjelo.

— Está bien — Y el guardia se fue.

— Creo que está conversación se va a quedar para después, pero ni creas que te salvas Lee DongMin — Lo señaló con advertencia. Él río.