Capítulo 15: "Distanciamiento"

Start from the beginning
                                    

Me dieron ganas de vomitar.

Fue como si alguien me hubiera pateado el estómago y la bilis subiera por mi garganta, quemándome el esófago. El sentimiento amargo me desconcertó, pero el entendimiento me golpeó en lo más hondo.

Estaban juntos otra vez, maldita sea.

Cerré la puerta de mi taquilla tan duro que el estruendo del metal les hizo dar media vuelta.

Genial. Esta era mi oportunidad.

Ganándome su atención junto a la de docenas de alumnos, saqué mi caja de cigarrillos y la golpeé contra la palma de mi mano varias veces, sacando uno. Desplazándome en su dirección, lo coloqué sobre mis labios y lo encendí con el mechero.

Podría haber sonreído victorioso con los ojos de Jimin clavados en mí. Destilaban decepción y enojo con tanta intensidad, que ardía.

Pues bienvenido al club, tesoro.

—Tenemos que hablar —le espeté con la voz áspera, liberando el humo directo a su cara. Movió las manos a su alrededor para quitárselo de encima, irritado con mi accionar.

No me importaba que Jeon estuviera detrás de él con su puta cara de pocos amigos. Si se ponía machito, al menos ya tenía la experiencia de lo que me esperaba y esta vez no me tomaría con la guardia baja.

Él recuperó al niño bonito, así que para mí no tenía sentido ir por la vida fingiendo que no me afectaba. Me tocaba bastante los huevos que le haya perdonado todo tan fácil. ¿Acaso no tenía orgullo propio?

—¿De qué, Taehyung? —contraatacó Jimin, soltando la mano de Jungkook para anclar dos puñitos en su cadera, como si eso le hiciera lucir más temerario—. Las clases ya van a empezar. Te recomiendo que te apures.

Frío, distante. Se convirtió en una criatura distinta a la que era cuando estábamos solos.

Detesté a Jungkook todavía más. Él tenía las facultades para hacerlo feliz, para devolverle la sonrisa tan marchita que tuvo durante las semanas previas, y ni siquiera se esforzaba por ello.

—A solas —me limité a decir.

Jimin miró a Jungkook, como pidiéndole autorización. El permiso fue un leve asentimiento. Eran patéticos.

—Que sea rápido —zanjó Park.

Delante de medio mundo, sin calentarse porque susurraran a sus espaldas, sujetó mi muñeca y me arrastró con él. Tanto Jungkook como yo nos quedamos estupefactos con su repentina actitud.

Me llevó por el pasillo hasta otro que conectaba con el sector de talleres, que estaban desocupados en ese horario. Abrió la puerta de un salón y me soltó para cerrar una vez que hube entrado.

—¿Ahora me hablas de nuevo? —dijo con brusquedad, cruzándose de brazos y alejándose un metro de mí para apoyar el culo sobre la mesa de un banco, haciendo que su falda se subiera enseñando sus suaves piernas.

Perdiéndome en ese sector de su anatomía, recordando la sedosidad y turgencia de su piel bajo mi tacto, tragué en seco. ¿Cómo mierda se respiraba? Porque mi cabeza se desviaba automáticamente a la idea de meter la cara bajo esa escasa porción de tela.

De pronto hacía calor y mis pantalones apretaban.

—¿Vas a responder, estúpido?

Alcé la vista hasta cruzarme con sus ocelos juzgadores. Él no estaba para juegos, a juzgar por su clara postura.

—Soy tu hyung, mocoso, trátame con respeto —le reprendí con un tono burlón, dando una calada al cigarrillo y apagándolo sobre la silla más cercana que tenía.

Before the baby ║ Kookmin/VminWhere stories live. Discover now