Harry es un omega refunfuñón al que no le gustan los mimos.
Louis también es un omega, que siempre busca darle cariños.
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Harry sabía perfectamente que Louis odiaba con toda su vida despertar temprano en las mañanas, le había costado hacerlo abrir los ojos los días que llevaba en su casa quedándose.
Y él también odiaba despertar temprano, pero al menos él siempre mantenía su mal humor por una buena parte de la mañana, a diferencia de su novio, que tan solo minutos después que despertaba ya estaba tan radiante.
— Why you gotta be so rude? Don't you know I'm human too?... — Louis cantaba la cancion que sonaba en su celular mientras que se arreglaba frente al espejo.
Harry lo miraba serio desde el nido, sentado y sin una pizca de ganas de ir a la escuela y con la ropa que se pondría entre sus perezosos brazos.
— Lou... ¿Podríamos volver a dormir sólo un poco? — Rogó, cerrando sus ojos y esperando que su novio dejara de estar de revoltoso por su habitación.
— Why you gotta be so rude?... I'M GONNA MARRY HER ANYWAY.
El rizado se dejó caer hacia atrás con una almohada en la cara y cerró sus ojos, creyendo inútilmente que Louis aceptaría. Le encantaba oírlo cantar por que su voz era demasiado bonita, pero era muy temprano y su humor no ayudaba.
— Vamos, pooh, es viernes, último día y ya — Lo sintió acercarse a él para sobar sus muslos y empezar a quitar el pantalón de pijama — Te vestire.
Y por los movimientos que hacía su novio para quitarle y ponerle ropa, junto a la melodia calmada que empezó a sonar, volvió a dormir.
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Habían llegado media hora tarde a la escuela, y es que no fue el echo de que el rizado se quedara dormido, pero el desayuno que Anne les había preparado sin duda no era algo para dejar pasar.
Así que no les importó demasiado cuando el profesor no les dejó entrar y tuvieron que ir al patio a sentarse bajo un árbol a comer gomitas.
— Hazzie, ya deja de fruncir el ceño, te estás arrugando — Louis le puso la mano en la frente para 'estirarla' y que ya no se le formaran esas arrugitas, Harry lo miró.
— Hubiéramos llegado un poco más tarde, lo que significaba que podríamos haber dormido más.
— No sabíamos que no nos iba a dejar entrar.
— Pero era de esperarse, ese profesor es tan... Agh, quiero arrancarle el peluquín — Hizo un puño con su mano.
Louis rió y se recargo en el tronco del árbol para dejar que Harry recostara la cabeza en sus piernas.
— Ven aquí, gruñón, no veremos más películas tan noche por que despiertas de un humor...
El mayor rodó los ojos y se giró para darle la espalda y poner su mano sobre la rodilla de Louis. El ojiazul había comenzado a peinar sus rizos y hacer trencitas pequeñas donde alcanzaba.
