little cuddless • omegaverse

Dieciséis

— Harry abre la boca...

— Hazz...

— Harry Edward Styles si no tragas esa pastilla justo ahora voy a correr a Louis de aquí y no lo vas a ver más — Amenazó su madre, haciendo a Louis abrir la boca ofendido.

— Pero... ¿Yo que hice? — Chilló.

— Nada realmente, pero con algo tengo que regañarlo.

El omega ojiazul estuvo de acuerdo e intentó levantarse, pero Harry se aferró a él por la espalda para que no se quitara.

Estaba "escondido" de su madre para que no viera que aún tenía el medicamento en la boca y no lo había tragado, pero cada vez sabía más horrible y comenzaba a hacer muecas.

— Bien, esperaré a que se derrita en tu boca y tengas ese sabor amargo por tres días — Avisó Anne, sentándose al otro lado de la cama, con los brazos cruzados y una ceja alzada hacia su hijo.

— Hazz, por favor tómala ya, pareces un completo cachorro — Dijo esta vez Louis.

Harry murmuró algo, probablemente algún insulto, que sólo hizo reír a Louis.

— Abre la boca Pooh — Harry negó — ¿Ya la tomaste? — Su novio asintió — Entonces abre la boca — Harry volvió a negar.

Tenía las mejillas infladas y rizos pegados al rostro. Solo fue cuestión de segundos para verlo tragar y como tomaba grandes tragos de agua.

— Iugh... Horrible! — Hizo muecas mientras su madre sonreía satisfecha y salía de la habitación dejándolos solos.

Louis cerró la puerta y se subió a horcajadas en las piernas de Harry cuando este se metió en el nido, viendo como seguía haciendo muecas.

— ¿No fue tan difícil, verdad Hazz?

— Cállate, casi me ahogo — Se quejó, poniendo sus manos en la cadera del menor y mirando a otro lado.

— Eres todo un bebé cuando te enfermas — Le dijo, pasando sus manos por su cabello — ¿Quieres rubor? Estás pálido.

Harry asintió y señaló su tocador, pero Louis no hizo ningún intento por levantarse, sólo se quedó ahí, viendo a su novio fijamente.

— Eres precioso.

El rizado apretó los labios y le sonrió.

— Tu también... ¿No ibas a por el rubor?

— Haré uno de forma natural.

— ¿Forma natural?

Louis enterró su rostro en el cuello del mayor y empezó a dejar besitos ahí, mientras le murmuraba cosas.

— Hueles muy bonito. Es que tu eres muy bonito, pooh, y me gustas mucho.

Harry cerró los ojos y cuando Louis dejó un lameton en su clavícula y se enderezó para verlo, vio sus mejillas en un tono Rosita, sonrió encantado.

— Ahí está el rubor — Le dio un toquecito en la nariz y como respuesta Harry solo puso su mano en la nuca del ojiazul para volverlo a empujar hacia su cuello.

— Sigue haciendo eso — Le pidió, casi susurrando.

El omega menor encantado de poder tener a su omega así de relajado siguió lamiendo y succionando partes de la piel hasta dejarla rojiza y oírlo ronronear sin vergüenza.

Lo sentía agitarse y tensar sus muslos en algunas ocasiones cuando su lengua pasaba exactamente en su fuente de olor y cerca de su clavícula donde debía estar una marca de unión.