—No, definitivamente no vivo por aquí —Hyejoo tomó uno de sus larguísimos mechones tan oscuros como la noche y se encogió de hombros—. Pero me gusta éste lugar y me gusta la gente también, a mi papá no le gusta y estoy segura de que me va a ahorcar cuando se dé cuenta de que no estoy en mi habitación estudiando, pero no importa.

— ¿Te saliste sin permiso? —cuestionó, la chica solamente asintió con orgullo, como si fuera una gran hazaña. Todo tuvo más sentido para Yoongi, quien sintió que ella no encajaba del todo en ese sitio—. Vaya... Pareces no tener miedo a lo que vaya a pasar con tu papá cuando estés de vuelta... Como sea, éste lugar puede ser peligroso para una chica como tú... Tal vez no deberías.

—Mmm, tal vez tengas razón, pero ¿qué más puedo hacer si me quiero divertir? Quedarme en casa a ver un drama con mi mamá o salir con uno de los tontos chicos de la iglesia que le gustan a papá, reunirme con una niña de mi salón para pintarme las uñas o ver películas... Yo paso —un pequeño puchero en señal de fastidio se dibujó en sus labios, Yoongi se encontró a sí mismo sonriendo otra vez—. Por otro lado, los chicos la tienen fácil, ellos pueden hacer prácticamente lo que les plazca y nadie les dice nada por ello. Te aseguro que tus padres, cuando te descubren haciendo algo que no deberías, sólo te dicen "no lo vuelvas a hacer" y luego te dejan ir como si nada. Las chicas siempre lo tenemos más difícil.

Yoongi tuvo la idea pasajera de responderle que lo tenían más difícil porque así tenía que ser, porque ellas eran frágiles y necesitaban de más cuidados, y los chicos eran más despiertos y por eso gozaban de más libertades. Pero, pensándolo bien, ¿quién había establecido eso? De acuerdo, tal vez las chicas corrían de más riesgos porque la mayoría de los tipos eran cerdos, pero Minjae le había dicho que pensar que por eso ellas tenían que reprimirse toda su vida sería como culparlas por la estupidez de los hombres. En lugar de contradecirla, Yoongi asintió.

—Puede que tengas razón —respondió—. Como sea... Trata de andar con cuidado, ¿de acuerdo? Me alegra saber que tienes a Chanyeol, eso es bueno. Yo, que tengo una hermana, no me gusta ni imaginar si algo malo le pasara, por eso lo dije.

—Te entiendo, Yoongi... Pareces un buen chico —le dijo—. Y estaré bien si me quedo cerca de Chanyeol, yo lo sé... Hablando de él, será mejor que me vaya ahora. Me dio gusto conocerte.

—A mí igual —respondió—. Te veré por ahí.

Hyejoo se dio la media vuelta para caminar de regreso a donde estaba Chanyeol, pero volteó sólo por un momento para alzar la mano en el aire y despedirse de Yoongi. El chico también hizo lo mismo y le mostró la mano para decirle un rápido "adiós".

Ella siempre tuvo razón, ella estaría bien si se quedaba cerca de Chanyeol, pero al final no lo hizo.

Y decidió elegir a Yoongi en su lugar.



2

Por primera vez en mucho tiempo Yoongi abrió la puerta del departamento donde vivía sin la cabeza hecha un lío, sin la necesidad de tirarse en su cama para gritar contra la almohada o algo parecido, sólo entró tranquilamente y no se sorprendió ni un poco al darse cuenta de que su madre no estaba ahí. Minah estaba tirada en el sofá principal con el control en una mano y una bolsa de papas fritas en la otra; Yoongi se dedicó a mirarla por unos segundos en lo que dejaba su mochila en el suelo y se sintió enfermo al percatarse de que ella estaba demasiado delgada, sus muslos parecían pajillas y sus muñecas mondadientes. Yoongi pensó que últimamente había estado tan preocupado en sus cosas que le había prestado muy poca atención, así que sólo se acercó a ella y le quitó el control remoto antes de desplomarse a su lado y estrecharla contra su cuerpo de manera juguetona, estrujándola a propósito mientras ella se quejaba en voz alta.

El Infierno y la Gloria (y todo lo que hay en medio) [HopeGa]Where stories live. Discover now