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Primero que nada, cambié la portada JSJHSHJDJHJGH ¿Qué les parece?

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Ante la petición de Dostoyevsky el castaño se quedó inmóvil.

Fyodor miró a un costado, donde visualizó a la coordinadora entrar a un salón del segundo piso.

Ve por favor Osamu —soltó al chico de la clase A04—. Bueno, vamos los dos.

Dazai seguía quieto, sin saber cómo reaccionar.

No necesito tenerte aquí —habló Fyodor mientras le guiñaba un ojo al chico—. En cualquier momento puedo decir que me heriste y todos me creerán.

Rodeó con un brazo la espalda de Osamu y comenzó a caminar, sin embargo, tras solo unos pasos se detuvo.

—¡Hola maestro Fukuzawa! —saludó cordialmente.

Para luego girar y sacarle la lengua al niño amenazado.

Fukuzawa era su orientador, alguien que incluso tenía más autoridad que la coordinadora, quien era la primera persona con la cual debías acudir al tener un problema con algún profesor o compañero. Fukuzawa era lo mismo, pero con él se iba si el conflicto era demasiado grave.

"Y una herida no es poco" Pensó Fyodor.

—Hola Dostoyevsky —fue la respuesta que obtuvo.

Osamu dio unos pequeños toques en el brazo del azabache y le susurró:

—Te lo dirá.

A un lado del castaño ya se encontraba la víctima de Fyodor.

Tras sonreírle al maestro, comenzó a caminar a un lugar más alejado.

En cuanto estuvieron algo retirados se recargó en la pared.

—¿Y bien? ¿Hablarás? —interrogó.

—Con una condición —fue la respuesta del niño.

—¡Tú no eres quien para imponerme condiciones! —dijo Fyodor entre una gran carcajada desagradable—. Yo no dependo de ti en absoluto, si no lo dices tú lo hará alguien más. Y está bien, solo se consciente de que te dejará secuelas.

EL azabache se levantó la manga del suéter y comenzó a enterrar más el vidrio que tenía clavado, provocando un escalofrío en el chico de la clase A04.

Por otro lado, Osamu ya no se veía aterrorizado, solo miraba de manera inexpresiva la herida de Dostoyevsky.

—¡Nos avisó Chuuya Nakahara! ¿Ya me puedo ir o hay algo más que quieras saber? —soltó al final.

Aquellas palabras sacaron a Dazai de su ensimismamiento, tanto que esta vez él preguntó:

—¿Exactamente cómo pasó?

—Lo soltaba de la nada entre pláticas con personas que dañaban al maestro Monseley, y ellos se encargaron de difundirlo a tus espaldas, así acordaron que te echarían la culpa a ti, eso lo propuso Chuuya también.

—¿De verdad?

—Realmente no estoy seguro, a mí me dijo que deberíamos decir que tú eras el culpable de todo, y para la perfecta organización que hubo al final supongo que le dijo a todos los demás también.

—Ya lárgate —mandó Fyodor mientras se alejaba de la pared.

—Pero...

—No te esfuerces en decirme tu condición estúpida, de cualquier forma no voy a hacerte caso —dijo con una mirada llena de odio al niño, pero mientras tomaba la mano de Dazai.

Clase A05 [FYOZAI]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu