Clase A05 [FYOZAI]

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Fyodor ya estaba cansado y molesto debido al caos de su salón de clases, su coordinadora estaba atendiendo un asunto de otro grupo y no había ningún adulto poniendo orden en el aula.

Hasta que por fin hubo silencio, supuso que debió haber entrado alguien.

—Chicos, guarden silencio por favor —dijo la coordinadora que estaba de pie frente al pizarrón—. Sus compañeros del grupo A04 van a estar con ustedes a partir de hoy, ya les había dicho hace una semana.

—¿Cuándo? ¿Porqué? —cuestionó a Fyodor un chico de cabello blanco.

Entonces por eso había tanto ajetreo.

Debido a un error en las inscripciones el grupo A04 quedó con demasiados alumnos, y estos serían repartidos en los demás grupos.

La coordinadora se movió de lugar y los chicos de la otra clase comenzaron a entrar para acomodarse en los lugares disponibles.

Por suerte para Fyodor, compartía mesa con uno de sus mejores amigos: Nikolai Gogol.

Si no fuera así, una persona desconocida se habría sentado a su lado. Y luego de haber sido golpeado en incontables ocasiones tratando de subir escaleras no tenía ganas de lidiar con ninguna persona.

—Espero que se lleven bien, por favor no empiecen con sus rivalidades entre grupos —advirtió la coordinadora.

Apareció en la puerta la profesora de artes, ya que estaba a punto de sonar el timbre del cambio de clase.

—¿Oíste Fyodor? —dijo Nikolai a su amigo—. Aunque haya alguien mejor que tú no des problemas.

—Nunca doy problemas, además no hay nadie mejor que yo —respondió el estudiante de cabello negro.

Gogol estuvo a punto de decir otra cosa, pero la maestra les hizo guardar silencio.

—Quizás algunos ya sabían que yo le daba clase de artes a los dos grupos —comenzó—. Hemos visto los mismos temas y ninguno va más adelantado que otro. A quienes eran del grupo A04 ya les habían dado su horario, así que quiero suponer que traen su tarea.

Se escucharon muchas personas confirmando, y otros murmullos que decían: "¿Cuál tarea?"

—El dibujo que les dije que intercambiaríamos —aclaró la profesora un poco molesta­—. Se hará ahora que son un grupo completo.

Se decidió que los dibujos se iban a cambiar por medio de un sorteo, cada persona sacó un pequeño papel con el nombre de algún otro estudiante.

Dostoyevsky sonrió al ver que le daría su trabajo a otro de sus amigos: Sigma. Le reconfortaba saber que estaría en buenas manos y no acabará en el bote de basura apenas saliendo de clases.

Fyodor estaba jugando con su celular hasta que escuchó su nombre.

—¡Y mi dibujo es para... Fyodor Dostoyevsky! —anunció alegremente un chico.

Fyodor se levantó de su asiento para ir con el chico que también estaba de pie. Era un niño castaño y de ojos cafés, lo que más destacaba de él eran las vendas que usaba en los brazos y cuello.

El chico de cabello café le extendió su dibujo, y le ofreció la mano derecha.

—Un gusto Fyodor, yo soy Osamu Dazai. —se presentó.

—El gusto es mío, ¡gracias por el dibujo! —respondió intentando parecer amable, era algo con lo que no tenía mucha facilidad.

Apenas regresó a su lugar Fyodor se giró para ver a Dazai, que ya estaba manteniendo una conversación con un chico que desde el semestre pasado había estado en el grupo de Dostoyevsky: Nakahara Chuuya.

Observó el dibujo que le había dado Osamu, demasiado tétrico. Sorprendido, Fyodor miró a Dazai, quien estaba riendo junto con Chuuya. ¿Cómo alguien con esa sonrisa podría haber dibujado algo de ese estilo?

Aunque fuera de lo que estaba plasmado en el papel, se veía que lo hizo una persona con muchísimo talento.

De cualquier forma, Fyodor ni siquiera pensaba entablar amistad con personas que fueron del grupo A04, debido a todas las cosas que se sabía que hicieron durante el semestre pasado.

Durante el resto de las clases fueron muy notorias las diferencias entre el grupo A04 y el A05.

La mayoría de las personas del grupo A05 saludaban a los profesores al entrar, el grupo A04 les ignoraba.

Una gran parte del grupo A05 faltó con las tareas, en el grupo A04 fueron mínimas las personas que no cumplieron. Sin embargo, la profesora de química decidió poner a los dos grupos a competir, ganaría la clase que contestara correctamente más planteamientos, y ganó el grupo A05.

Los estudiantes se dieron cuenta inmediatamente, y el grupo no se unió.

Quien estaba más a favor de la rivalidad era Nikolai, que informó que las personas del grupo A05 no debían pasar las tareas a las personas de la clase A04.

Pero algo que solo Fyodor notó es que Osamu no encajaba con su grupo, se portaba igual que las personas de la clase A05. Incluso lo comentó con sus dos amigos.

—¿Se dieron cuenta que todos los que iban en A04 son muy apáticos? —dijo Fyodor—. Y ese chico Dazai no tiene un cabello de apático.

Y era cierto, en solo un día de escuela demostró ser un chico muy carismático y alegre. El tipo de persona que destaca en clase mayormente por su buen carácter.

Ya en su casa, Fyodor retiró de su mochila el dibujo obsequiado por el castaño. Aún con sus toques sombríos estaba muy bien hecho, y lo conservaría.

En el papel se apreciaba un chico ahorcado de un árbol, con pedazos de vidrio enterrados en brazos y cuello, tenía los pies descalzos y llenos de pequeños hoyos; alguien con tripofobia se hubiese infartado. Por sus piernas subían insectos de todas las especies y tamaños.

Mientras lo observaba Dostoyevsky percibió un olor desconocido.

Era loción de hombre, que provenía del dibujo.

"Quizás Osamu se bañe en perfume" pensó Fyodor.

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