❤️50❤️ Sumisa 4/5

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Sumisa 4/5

Me coloque un vestido sin tacones No había otra vestimenta para mí. El clóset que tengo solo está lleno de vestidos lujosos y extremadamente incómodos, ni un solo pantalón. De zapatos únicamente altos.

Baje descalza a desayunar y note que Joel no dejaba de mirarme, supongo que estaba bastante feliz por que pasamos la noche juntos.

- Te noto decaída. - Bajo su taza de café y entrelazó sus dedos.

- Es que no dormí bien.

Asintió y volvimos a encerrarnos en silencio.

- Si gustas puedes pasar el día durmiendo yo estaré trabajando. O puedo llamar a un masajista.

- No, gracias. - durmiendo, como si pudiera.

- Tn. - no levanté la vista de mi plato, ni cuando note que se sentaba a un lado de mi , tan solo jugando con el huevo revuelto.

Me quitó el tenedor de las manos y sujeto mi caderas para sentarme en su regazo.

- ¿Aún sigues cohibida conmigo?

Apreté los labios y lo abrace para que me dejara tranquila y esto lo tomo desprevenido.

- ¿Hay algo que pueda hacer por ti?- Me dijo haciendo círculos en mi espalda baja.

Se tenso mi garganta y note lo frío de mis pies.

- Mis cosas, la ropa, mis zapatos... Aún están en la casa de Levi... ¿Podrías mandar a alguien a traerlas?

Sus brazos me abrazaron con más fuerza casi asfixiandome.

- ¿No sería mejor que yo te comprara todo lo que necesitas? - pregunto aún con calma pero arrastrando la voz.

- Es que me gustaba la ropa que tenía ahí y un libro.

- Te compraré libros...

- Joel... - lo bese despacio, quizás eso lo convencería.

Al terminar de besarlo me lanzó una sonrisa encantadora.

- Tu si que sabes cómo manipularme. - me quitó el resto de saliva de mi labio con su pulgar. - Bien, enviaré a alguien por tus cosas si te sigues portando así.

...

No creí que el llegará con mis cosas pero lo hizo. Como el dijo me porte bien toda la semana. Deja que me hiciera lo que el se le antojara, lo que a él le apeteciera.

Le sonreí al ver qué su chofer bajaba tan solo dos cajas con mis cosas, no llegue a tener mucho pero las valoro demasiado.

- Aquí están princesa.

- ¿El señor Ackerman no dijo nada?

- Según me dijo Wilson que el los dejo pasar, todas tus cosas estaban en esas cajas arrinconadas en un sótano.

A Levi, ni siquiera le interesó, desocupo mi habitación en cuanto pudo, sabe dónde estoy y no le interesa.

- Oh...

Rebusque entre las cajas y encontré mi libro en perfectas condiciones, mi primer libro, el que me compro Levi.

- ¿Qué tienes ahí? - me tomo por el brazo que era una costumbre suya.

Le mostré el libro y el me miró con cara pícara.

- No sabía que te gustaba la literatura romántica.

- Si me gusta, supongo.

Me dio un beso en la frente y dijo que me vería hasta en la noche.

...

Si, mi Ackerman (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora