❤️23❤️

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Sudada y con el corazón a punto de estallar me suelto ante el.

El también ya se está soltando. Habría querido que su cuerpo cayera rendido en el mío, creer de verdad que el se dejara llevar y que su cabeza se recostara en mi pecho mientras recupera el aliento, aún unidos y siendo solo uno. Sentir como si él fuera mío.

Más en cambio el mantuvo su peso bajo sus brazos arriba de mi, liberandose y gruñendo placer y en cuanto termino salió de mi.

Trate de retenerlo un poco quería abrazarlo pero el se digno a quitarse y recostarse a mi lado.

- ¿Estas bien? - no muy segura de a qué me refería con esa pregunta pero quería saberlo.

- Si, perfectamente. - dice con los ojos cerrados frunciendo el ceño- ¿Por qué preguntas?

- Te ves... Distraído.- mentí, es igual todas la noches, no ha cambiado nada. El siempre parece que no esta aquí cuando en realidad esta muy pegado a mi.

- No lo estoy.

- Está bien. - me rescuesto en su pecho. Quería sentirlo. De verdad que quería creer que estábamos haciendo el amor.

He leído cientos de libros. No solo el amor está hecho cuando ambos llegaban al orgasmo, era después de que acabarán juntos y se llenaban de besos y dormir abrazados después de hacerlo. Eso era lo mejor de hacer el amor.

Pero con Levi no pasaba eso.

Acaricié su pecho con mis dedos, se sentía tenso como si no quisiese que lo tocará.

Mire sus ojos y el veía como dibujaba círculos imaginarios en su piel, me incline un poco para besar su pectoral, tratar de relajarlo un poco y que se diera cuenta de lo feliz que estaba de hacerlo con el.

Cuando termine le sonreí, estaba feliz. El se limito a observar sin inmutarse.

- Me tengo que ir.- respondió a secas mientras retiraba mi mano y por un segundo acaricio mi palma.

- ¿Qué?

- Sabes la misión de mañana. Está no será cualquiera. Tenemos a Eren. Debo irme a preparar todo. -Se levanto de la cama.

- Pero... Creí que te quedarías.

- No puedo, ya te lo dije- se puso el pantalón y ajusto sus botones de la camisa.

No quería que se fuera, lo quería conmigo. Al menos por una noche.

- esos no son tan necesario ya tienen todo preparado, pueden ir sin eso.

- ¿Eres capitana?

Odiaba su sarcasmo, era como para recordarme su posición y que yo la mía. Solo era paramédico, no una soldado.

- No. - murmure mientras me siento con la manta cubriendo mis senos, por una razón la sensación de vergüenza me envolvió después de eso y no deseaba que viera mis pechos desnudos.

Escuché como suspiró.

Se acerco a la cama y puso su mano en mi mentón para que lo viera.

- Tal vez otra noche ¿Bien?- me ofreció media sonrisa y yo asentí.

Me dió un casto beso en los labios y cerró la puerta.

Me tumbe a la cama resignada, siempre hacía esto.

Después de revolcarnos el se iba con una excusa, lo más raro de todo era cuando yo le mostraba cariño. No eróticamente, era sencillo, llenarlo de besos y acariciarlo en cuanto lo hacía el se retiraba de mi.

Cada que yo le abría mi corazón el parecía asustarse.

(...)

¿Qué pasó ahí?

Si, mi Ackerman (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora