Capitulo 20

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Lauren pov

Llegué a casa para cambiarme de ropa y darme una buena ducha. Antes pasé por la cocina por un poco de agua, allí estaba María leyendo un libro.

-Oh Lauren, quieres la cena?- Dijo, dejando el libro a un lado.

-Gracias, no es necesario. Voy a salir-

Ella asintió.

-Y Gavrel?-

-Con Mike en casa del tío Sam, probablemente no lleguen a dormir-

Ella asintió otra vez, ésta vez con una pequeña sonrisa.

-Te quedarás sola otra vez, segura que para ti eso no es problema?-

-No, ya te he dicho que no estaré del todo sola. Lo que más hay aquí es empleados-

-Yo si vendré a dormir, pero llegaré tarde-

Ella hizo un ademán con las manos.

-No te preocupes por mi Lauren, sal y diviértete-

Sonreí. -Saldré más por negocio que por diversión- Le guiñé y subí a mi habitación.

Pensé en si debía llamar primero a Sabrina o ducharme. Opté por la segunda.

Me despedí de María y salí a la entrada de la casa, ahí me estaba esperando uno de mis hombres con el auto listo.

-No es necesario que me lleves, dame las llave yo voy a conducir- Le extendí la mano y él colocó las llaves.

-Si necesita algo solo llámeme-

-Encargate de que para mañana esté listo el jet, voy para Italia-

Él asintió. Sin más subí al auto, hacía mucho tiempo no conducía porque en todo momento alguien lo hacía por mi.

Saqué el celular y la tarjeta que la noche anterior me entregó Sabrina. Marqué su número.

-Hola?- Ella contestó.

-Soy Lauren-

-Estaba ansiosa esperando tu llamada, me alegra que por fin me hayas llamado. Tienes noticias?-

-Si, te llamé para que nos veamos. Puedes ahora?-

-Claro que si!- Dijo con euforia.

-Dónde?-

-Ven a verme al hotel donde me estoy quedando-

Fruncí el ceño aunque ella no pueda verlo.

-Hotel? Y no sería mejor en un lugar más público?-

-No cariño, es mejor en mi habitación de hotel. Los negocios no se andan haciendo en cualquier lugar y lo sabes-

-Envíame la dirección entonces-

-De acuerdo-

Ella colgó la llamada. Esperé por par de segundos su mensaje y me llegó. El hotel no estaba tan lejos y era uno muy prestigioso de la ciudad.

Al llegar al hotel le entregué las llaves del auto al ballet, me dirigí a la recepcionista.

-Hola- Le dije.

Ella levantó la vista del portátil y me sonrió.

-Hola, en qué puedo ayudarte?-

-La habitación 212?-

-Quinto piso a la derecha-

Le agradecí y subí al ascensor. Llegué a la habitación y toqué suavemente la puerta. Ella me abrió, me recibió con una sonrisa coqueta.

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