-Habla con Avery.

Parecía sencillo, pero yo no hablaba con ella. Yo dejaba que ella se desahogara, disfrutaba viendo como superaba sus problemas con un pequeño empujón de mi parte; yo no estaba hecho para hablar de mí. Lo había intentado, todo por ella, pero no sería capaz de contarle mi problema financiero; el familiar era tan natural para mí que lo contaba como si hablara de lo mucho que odiaba la coliflor. Pero, ¿El dinero? No me había faltado gracias a las carreras, y admitir que dependía de ellas para seguir con mi vida era algo que no quería contar.

Quería encontrar una solución por mi cuanta, no quería que Avery tuviera más cosas en las que pensar. Era tan idiota que velaría por mí en vez de centrarse en ella, no lo permitiría.

-No lo haré.

-Eres terco de cojones, ¿Vas a perder a tu chica por dinero?-perder era mucho decir...¿Verdad?- Sabes que ella te ayudaría, se le ocurriría algo. Si no se lo dices tú lo haré yo.

Decirle que estoy en la mierda, que tengo que sacrificar mi salud para seguir junto a ella viéndola crecer... Joder, sabía de sobra que podía seguir viéndola aún sin vivir en la residencia; pero el problema residía en que sin residencia no había lugar en el que quedarme: un sin techo.

-No me sorprendería que cuando volviera ya lo supiera-esa chica siempre sabía todo-Yo no diré nada.

Por favor no se lo cuentes...

Me levanté del sofá viendo la hora, debía irme. Susurré un ronco adiós y salí de allí de mal humor. Ellos no tenían mi problema, si me echaban de allí no había casa a la que volver, mi hermano me cerraría la puerta en la cara y estaría literalmente en la calle; ni coche para quedarme dentro porque el mío era del concesionario. Necesitaba ese dinero, y cuanto antes. Las carreras eran estables, pero Taehyung se había vuelto realmente loco allá dentro, ponía en peligro a todos y lamentablemente se metió también en carreras de moto. Sólo me quedaba largarme de allí antes de que su coche pasara sobre el mío.

Abrí mi pequeño garaje y me preparé silbando la canción que tenía puesta mientras Avery trataba de no gritar mi nombre. Era adicto a ella, no necesitaba tenerla atada, menos tener sexo con ella; sólo una dosis diarias de su sonrisa era suficiente. Nunca había sentido que estaba donde tenía que estar.

-Tal vez sí debería hablar con ella...

Revisé el tanque de gasolina. Tras esa carrera venía mi primer ingreso en peleas; ya había hablado con un encargado para que me apuntara esa noche. Mi cabeza no paraba de replantearse qué era lo correcto.

-¿Estás listo?

Me puse el casco y miré a mi puerta: Suga. Parecía preocupado, ese idiota era de los pocos que aguantaba. Tal vez no era mi mejor amigo, pero no dudaba de que era el más decente de los que estábamos allí.

-Última carrera, más vale que gane-dije viendo el coche recién arreglado.

Recordé por un segundo mi primera vez con Avery, el momento donde me percaté de que no sólo quería empotrarla contra un Tesla; todo se desbordó cuando me di cuenta de que me gustaba verla estudiar y la tentación de verla hacerlo llevando mi camiseta tras una noche interesante y con una sonrisa en mi apartamento se volvió una meta personal.

-Me caes bien, ¿Alguna posiblidad de tomar algo después de esto?

Asentí lentamente, una copa me vendría bien. Harper me había dicho varias veces que se podía ser distante pero estar acompañado, no necesitaba hacerme amigo íntimo de las personas; pero no hacía falta que andara solo siempre. Harper era una aguja en un pajar, tuve la suerte de chocarme con ese chico accidentalmente. Taehyung fue un buen amigo, pero sentía que Harper tenía más que dar al resto. Sonreí, me había rodeado de la gente indicada.

Giants - JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora