Capitulo 30: "Corazón Silencioso"

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La mirada de mi madre estaba llena de miedo y terror, su mano sujetaba temblorosamente aquella enorme arma de fuego que antiguamente era de mi padre.


-Hija, no te muevas .- decía mientras apuntaba temblorosamente el arma hacia Sehun .- no tengas miedo todo estará bien.


Estaba envuelta en llanto, no sabia si tener más miedo de que mi madre supiera la verdad o de que ahora apuntara una arma hacia Sehun y se atreviera a disparar en cualquier momento.


Mientras tanto la bestia aun seguía con sus gruñidos, eran tan fuertes que sentía como si me estuvieran perforando los tímpanos, de un momento a otro se escucharon aullidos provenientes del bosque y con ellos ráfagas de disparos, sin duda la jauría de bestias junto con la policía se encontraban muy cerca de ahí.


El enorme lobo descifró los aullidos de su manada y escapo en su ayuda hacia la oscuridad del laberinto, dejándonos libres a mi madre y a mi, en cuanto estuve segura de que no volvería y de que estábamos a salvo, corrí hacia mi madre, ella con lagrimas en los ojos me recibió con los brazos abiertos.


-Estuve a punto de creer de que te perdería .- su voz apenas era reconocible debido al llanto.- Rápido, entremos a la casa.


-Pero la abuela..-


-La abuela esta adentro.- mi madre jalaba de mi mano para entrar lo más rápido posible hacia la casa.


Cuando arribamos a la cocina mi madre se cercioró de asegurar las puertas de la casa, mientras yo corría en búsqueda de la abuela para comprobar con mis propios ojos de que ella estuviera bien, en cuanto la vi bajando las escalera aceleradamente, no dude en cuestionarla.


-Abuela, ¿Dónde diablos estabas? .- ella quedo atónita ante mi pregunta, pero sus facciones se suavizaron al ver que comenzaba a llorar como una niña pequeña.- si te hubiera pasado algo yo..


La abuela fue hacia mi y me acobijo con sus confortables brazos, peinaba mi cabello de forma tranquilizadora, siempre era su manera de parar mi llanto.

-Shh!, tranquila, lamento mucho haberte puesto en peligro, fue mi culpa lo que acaba de suceder, te suplico que me perdones.


-No, abuela yo ..-


-Shhh! - me interrumpió .- deja de culparte, por razones del destino no paso a mayores, ahora ve a descansar, lo necesitas.


Estaba decidida a decirle que todo fue por mi, sin embargo mis fuerzas eran obsoletas, así que para no empeorar más las cosas decidí darme por vencida.


-Te quiero abuela .-


-Y yo a ti, pequeña .- me despidió con un beso en mi cien.


Subí temblorosamente las escaleras con mi madre a mi lado, sabia que tarde o temprano tendría que interrogarme por lo que había escuchado, pero esperaba con todas mis ansias que eso se prolongara por mucho tiempo, al llegar a la habitación fui rápidamente a la cama, mi madre cerro la puerta detrás de mi, en cuanto me vio en la cama se acerco lentamente, se sentó a lado mío y comenzó a llorar.

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