3. Introvertido en problemas

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"Yo le llamo arte a todo aquello que de alguna manera nos devuelve la vida"

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"Yo le llamo arte a todo aquello que de alguna manera nos devuelve la vida"

—Elena Poe

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HERO

Saltar desde un balcón en un segundo piso o enfrentarse a un loco a primera hora de la mañana. La decisión era más difícil de tomar si consideraba que a ese loco lo conocía de hacía menos de un día y que se encontraba en la casa de ese mismo loco.

Para cuando la puerta se cerró y se quedó a solas en la habitación, la decisión estuvo tomada. Caminó hacia el ventanal, que resultó ser una puerta corrediza de cristal, al abrirla el aire fresco del exterior le pegó en la cara. En la ciudad era raro si refrescaba, sobre todo en esa época del año, pero los climas por la mañana eran agradables. El malestar en su estómago desapareció en cuanto la brisa lo recibió, los mechones de cabello se movieron en todas direcciones, la camiseta que llevaba puesta ondeó, era al menos dos veces más grande que él, a pesar de que la diferencia de estatura con su auténtico dueño no era mucha, las tallas sí que variaban.

Saltaría desde un segundo piso con tal de no avergonzarse más frente a un desconocido.

Ni si quiera a su mejor amigo, persona que conocía hasta sus manías más penosas, le habló de su problema. Y ahora Casper Hudson sabía que era pobre.

No había nada que pudiera hacer para salvarse, no le extenderían más el plazo de pago; o pagaba en dos días o dejaba la universidad.

Tanteó el barandal, igualmente de cristal, bordeado por un metal frío que trajo su mente de vuelta al lugar en el que se encontraba. Lo hizo pensar en que una matrícula no significaba nada para Casper, y para él lo era todo.

«Solo tengo que fingir que salgo con él, no es como si fuera real»

—¿De verdad lo estoy considerando? —dijo en voz alta.

Si el desconocido estaba loco por proponerle una relación falsa a cambio de pagarle la matrícula, él lo estaría el doble si aceptaba.

Y prácticamente ya lo había hecho. Casper lo esperaba abajo para ultimar detalles.

A pesar de ser el principal interesado y quien más provecho sacaría de la situación, tenía que plantear bien sus condiciones, dejar claro lo que implicaba ‟salir" con Casper.

Volvió al interior, esta vez con la loca decisión tomada.

Pondría reglas, eso sí.

Pero saldría con Casper Hudson a cambio de que se encargara de pagar su matrícula. Así salvaría su futuro.

Entró al cuarto de baño y vio un estuche con un cepillo de dientes nuevo sobre la barra de granito. El lujo en ese cuarto de baño era tal que abrió el cajón y la llave con cuidado de no ensuciarlo con sus desesperadas huellas digitales.

Prohibido acercarse a Casper HudsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora