5. Caída sin paracaídas

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Sabes que estás enamorado cuando no quieres acostarte porque la realidad es por fin mejor que tus sueños

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Sabes que estás enamorado cuando no quieres acostarte porque la realidad es por fin mejor que tus sueños

—Dr. Seuss

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HERO

Tras esa primera semana en la que Casper aparecía frente a él todo el tiempo, todo regresó a la normalidad cuando el profanador de la paz y el silencio tuvo que salir de la ciudad por trabajo.

La discreción y la vergüenza eran términos que no estaban en el vocabulario de Casper Hudson. Quedó comprobado cuando lo esperó afuera de cada salón en el que tuvo clases, le llevó postres todas las tardes y lo esperó en el salón de artes mientras él terminaba sus trabajos.

¿Era tan fácil como acostumbrarse a la presencia de ese chico? Después del tercer día en el que Hero insistió en que no tenía que seguirlo todo el tiempo y que Casper simplemente respondiera que prefería estar con él que hacer cualquier otra cosa, se dio por vencido y dejó de intentar convencerlo de no mostrarse tanto como un novio enamorado.

Porque Casper Hudson no estaba enamorado de él.

Era solo, además de músico, un muy buen actor. De otra manera no entendía cómo es que su pulso se alteraba cada vez que Casper hizo algo como llevarle su café favorito, comprarle postres que sabía que le gustaban o comprarle notas adhesivas cuando se le terminaron.

Falso. Era todo falso. Por apariencia y por nada más el miembro de la banda de la que más se hablaba en la ciudad, que salía en periódicos y revistas, día sí, y noche también, estaba detrás de él, coqueteando todo el tiempo.

El problema era que la personalidad de Casper era así; coqueta, divertida y atenta. No era consciente de lo mucho que a él le afectaba escucharlo llamarlo "bonito" o "castaño".

¡Vamos! Castaño ni siquiera era un apodo, era un rasgo suyo. Cabello, ojos, cejas y pestañas marrones.

Su mente podía comprenderlo, pero la estúpida e incontrolable serotonina que liberaba cada vez que Casper respiraba cerca de él, no lo hacía.

¿O solo atravesaba una etapa de negación?

Esos días lo descubriría. Asistiría a clases, entregaría sus trabajos, iría por su propio café e iría en autobús a comprar sus materiales. Casper se había ido, al menos por unos días. Él podía respirar y ser el mismo de siempre.

Fue entonces cuando otra de sus preocupaciones regresó, porque no era posible que se quedara sin tormento; o era Casper o eran los mensajes, correos y llamadas insistentes.

Bloqueó cada número que intentó contactarlo. Eliminó cada mensaje y envió directo a la papelera todos los correos. Esa etapa de su vida había quedado atrás.

Prohibido acercarse a Casper HudsonWhere stories live. Discover now