Final

90 7 0
                                    

Max está exhausta cuando Lucas la lleva a un lado esa noche, ha estado inusualmente callado durante todo su tiempo en la sala de juegos con los demás, y ahora, mientras ayudan a limpiar la mesa de la cocina de Wheeler después de la cena.

- Oye, ¿podemos hablar?

Ella lo mira por encima del hombro mientras enjuaga su plato y lo agrega con cuidado al lado del fregadero con agua jabonosa- Por supuesto- Está bastante segura de que sabe de qué se trata, ella deja que él guíe el camino fuera de la casa y hacia el porche delantero, ella envuelve sus brazos alrededor de sí misma mientras el viento frío los azota.

Sin embargo, Lucas no parece molesto. Por otra parte, está acostumbrado a este tipo de clima, Max no está seguro de que alguna vez lo estará, se sienta en el último escalón, con los hombros tensos- Me mentiste- Su voz es tranquila.

Ella contiene la respiración antes de cruzar el porche para sentarse a su lado en el escalón- - Admite, mirando a lo lejos.

- ¿No confías en mí?

- Lucas, no se trata de eso.

- Entonces explícamelo, Max, oorque no entiendo- Su voz es tranquila, herida.

Max cierra los ojos- Si te lo hubiera dicho, habrías intentado disuadirme o haber insistido en venir conmigo.

- Bueno sí, como lo hizo Mike.

- Mike no era parte de mi plan y Steve tampoco.

- ¿Así que ibas a ir sola?- Él la mira, con expresión preocupada.

- Parecía el mejor plan en ese momento- Dice, mirándose los zapatos.

- Sin ofender, Mad Max, pero tu conjunto de habilidades estratégicas no parece ser tu fuerte.

Ella rueda los ojos- Soy un hacedor, no un planificador.

- Por eso nos necesitas- Le dice, empujándola suavemente con el codo.

- Esta bien- Ella se inclina hacia él cuando él, vacilante, coloca su brazo alrededor de sus hombros- No he tenido amigos desde que tenía diez años y mi mamá se casó con Neil- Susurra- No podía arriesgarme a tener amigos, entre Billy siendo él mismo y nunca sabiendo cuándo Neil iba a arremeter contra alguien...

El brazo de Lucas se aprieta un poco alrededor de ella y ella agradece el silencioso gesto de apoyo.

- Simplemente no era seguro, así que aprendí a andar en patineta y comencé a pasar mi tiempo libre en la sala de juegos para poder estar fuera de casa tanto como fuera posible.

Max se queda en silencio por un largo momento- Estoy tan acostumbrada a tener que mantener la boca cerrada, a no hablar con nadie sobre las cosas que importan o me molestan... no soy buena en eso, pero lo estoy intentando.

- Lo sé- Murmura.

- Solo, tengan paciencia conmigo, ¿de acuerdo?, sé que me equivoqué, que estoy en mal estado.

- No, oye no- Dice, alejándose para mirarla mientras ella se seca los ojos- No estás en mal estado, no hay nada malo contigo.

Ella agacha la cabeza- No estoy muy segura, mi cabeza es un revoltijo todo el tiempo en estos días- Ella deja escapar un suspiro tembloroso.

- Han pasado muchas cosas, Max, no hay nada malo contigo-Dice suavemente, estirando la mano y tomando la de Max- Tienes que darte tiempo.

Ella asiente, mirando sus manos.

- Ya no estás sola- Dice, apretando sus dedos.

- Creo que solo... me va a llevar un poco de tiempo acostumbrarme a eso- Confiesa, nunca ha tenido un lugar donde realmente sintiera que encajaba, donde realmente pertenecía, al menos hasta ahora.

- Esta bien- Levanta su mano libre a su mejilla, con cuidado de no ejercer presión sobre sus moretones- Tenemos todo el tiempo del mundo.

Max lo mira a los ojos, ella se inclina y presiona sus labios contra los de él en un suave beso, descansando su cabeza en su hombro un momento después.

- Sí, supongo que es cierto.

Mad MaxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora