Siempre nos quedará París; Wandanat.

[22]

Advertencia: Contenido sexual.

El sábado, después del sexo mañanero bajo la ducha, Natasha y Wanda disfrutaron de su desayuno en la cafetería de la azotea antes de salir del hotel con sus maletas.

Estaban en el coche de Yelena camino a Granada, pero habían decidido hacer una parada en Nerja, un pequeño pueblo turístico en la costa sur de España, a unos 50 km al este de Málaga. Era conocido principalmente por sus hermosas playas naturales, así como por el Balcón de Europa, un mirador en el centro del casco antiguo que daba impresionantes vistas al mar.

En el coche, escuchaban la lista de reproducción que Wanda había preparado para su viaje y cantaban.

— ¡No puedo creer que todavía recuerde la letra de todas las canciones de Tegan y Sara! — exclamó Natasha, moviendo su cuerpo al ritmo de la música en el asinto del pasajero.

— No tienes idea de lo feliz que me hace sentir. — Wanda sonrió y echó un vistazo a Natasha mientras conducía.

Natasha le devolvió la sonrisa, agarrando la mano de Wanda que descansaba sobre su muslo y le dio un beso suave en los dedos.

— Sacarán un nuevo álbum en septiembre, sabes. — dijo Wanda.

— ¿De verdad? — Natasha abrió mucho los ojos y bajó un poco las gafas del sol para mirar a Wanda. — ¡Eso es genial! Tengo muchas ganas de verlas en vivo...

— Oh, yo las vi, estuvo genial...

— ¿Dónde? ¿Cuándo?

— Fue hace aproximadamente... 6 años, cuando todavía estaba estudiando medicina en Eslovenia. — respondió Wanda. — Vinieron a Croacia, en realidad, pero fue solo una hora en coche hasta Zagreb, así que fui con algunas amigas.

— Wow... ¡que afortunada!

— Fue un pequeño concierto, pero el ambiente era bastante bueno... Y con ambiente quiero decir 100% lésbico. — se río Wanda.

— Por supuesto. — Natasha también río. — ¿Te enrollaste con alguien?

— En realidad, sí... Fue justo después del verano más loco de mi vida, así que estaba en forma...

— Vaya... ¿loco cómo? — Natasha tenía curiosidad.

— Bueno... — Wanda hizo una pausa y le sonrió a Natasha, antes de girar la cabeza para enfocarse en el camino por delante. — ¿Estás segura de que quieres saberlo?

— ¡Obvio! — confirmó ella. — Estas son mis historias favoritas.

— Muy bien, entonces... Fue después de que rompí con Nika... Tuve muchas aventuras, especialmente ese verano cuando terminé mis exámenes... Recuerdo específicamente a una chica de Croacia que conocí en Tumblr... Nos habíamos estado enviando mensajes de texto durante un tiempo y luego, una noche, fui a la fiesta de cumpleaños de una amiga mía en la casa de su novio en un pequeño pueblo a las afueras de Maribor... El trato era que la mayoría de nosotros dormiríamos allí, así no tendríamos que conducir de regreso a la ciudad... Estaba empezando mi segunda copa de vino cuando la chica croata me envió un mensaje de texto diciéndome que quería verme, y lo siguiente que sé es que mi amiga Ana y yo estamos en mi coche, en medio de la noche camino a Croacia. — Wanda se río, recordando el momento.

— ¿Qué? ¿Te fuiste de la fiesta de cumpleaños así de repente? — Natasha estaba divertida.

— Sí, pero vamos, yo era la única persona gay allí y había una chica sexy invitándome a un bar lgbt... Mi amiga entendió totalmente, lo juro. — ambas se rieron y Natasha sacudió la cabeza. — Además, prometí que volvería.