Experimento en Alta Mar

Capítulo 8: Parejas

Vieron que un mayor número de personas entraban a la sala principal y se reunían alrededor del círculo de sillones. Cuando parecía todos estaban en la sala Kairos tomó el escenario.

-Hemos determinado que tenemos el equivalente de un mes de raciones de comida, considerando que cada persona tenga tres comidas diarias. Toda la comida está calculada y necesitamos confiar y ser honestos para sobrevivir. De todas maneras, un equipo y yo haremos inventario de la comida diariamente.

-Con respecto al agua. -Dijo tomando la palabra un chico que en su gafete lucía el nombre de "Achelous" -Encontramos un tanque de agua con suficiente agua dulce para sobrevivir el mes que Kairos menciona. Pero, como no tenemos una fuente de agua dulce, lo mejor será usar esta agua solo para tomar. Parece que los baños y regaderas están conectados a esta fuente de agua, por lo que, si sigue funcionando el sistema así, no tendremos agua en poco.

Tenía rizos muy pronunciados casi petrificados, como si estuvieran hechos de mármol. Era de estatura baja, y tenía una postura ligeramente encorvada. Tomó una pausa y arrugó la frente. Luego agregó. -Lo discutimos y creemos que lo mejor será conectar los sistemas del baño al agua marina que tenemos a nuestro alrededor. Empezaremos a trabajar en ideas mañana. Hasta que no resolvamos cómo conseguir más, por ahora, estos son nuestros recursos más valiosos.

En un timing perfecto, Ponto bajó las escaleras. Mientras caminaba agregó.

-Encontramos el curso más probable por el que creemos que los otros barcos se fueron. Somos optimistas y creemos que en poco lo encontraremos.

Una chica con cachetes grandes y con cabello teñido de rubio agregó. -Esperemos que en poco saldremos de esta pesadilla.

-Si tienes razón, Adicia. Alzando ligeramente la voz Kairos procedió. -Son excelentes noticias, Ponto, pero hasta no estar seguros de ser salvados, hay que tener control sobre nuestra situación. Por eso, junto con Achelous les pedimos que no se bañen y usen el inodoro lo menos posible. De hecho, los que se sientan cómodos, lo mejor sería que orinaran hacia el mar desde la cubierta.

Especialmente las mujeres pusieron una mirada de desagrado combinada con muecas en los labios.

Kairos reflejaba autoridad y serenidad con su postura intacta, su tono de voz firme, sin llegar a imponer miedo. Temis empezó a divagar en quien había sido Kairos en el pasado: tal vez un líder innato, tal vez estudiaba política o derecho, pues sus manierismos parecían ser fuertemente controlados, y hasta ensayados, en vez de ser genuinos y fluir naturalmente. Desde esa mañana, Kairos le había causado intriga: sus ojos fríos llenos de determinación combinaban con su cabello rubio como escarchado por la nieve. Su porte, siempre en perfecta postura realzaba su estatura grandiosa. Temis veía que él seguía hablando, pero a ella le causaba dificultad enfocarse. Escuchó a alguien más hablar en el fondo y se dio cuenta que ahora Kairos la estaba mirando directamente con una mirada teñida de tristeza y preocupación. Luego la sala se hizo silenciosa, y las miradas se posaron en Temis. Parecía que todos parecían expectantes a su respuesta.

- ¿Estás de acuerdo entonces?

Vio que Febe asentía la cabeza para que Temis la imitara. Dudando un momento, ella también asintió con la cabeza.

Continuó Kairos. -Eso nos deja a Nix y Ares juntos y a Príapo con Ceres.

Al ver que la atención ya no estaba centrada en ella, Temis codeó a Febe en las costillas. Le susurró. - ¿A qué acabo de acceder?

- ¿En qué planeta estabas?

-Perdón, me distraje.

Febe la miró desaprobatoriamente.