Día 10: Compras

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Tony sentía como los nervios recorrían su cuerpo a medida que las horas pasaban, llevaban alrededor de 6 horas volando según lo que Nat le había informado era que en esos precisos momentos irían a un viejo hangar de SHIELD para después hacer su traslado a un lugar remoto donde Steve lo estaba esperando, una sonrisa se dibujó en su rostro al imaginar al rubio enfrente de una enorme cabaña dándole la bienvenida.

———En dos horas estaremos tocando tierra firme——— informó.

Tony asintió y aprovecho de levantar y caminar un poco estar tanto tiempo sentado no le gustaba. Cuando Nat le informó que ya casi llegaban al punto se percató que el cielo estaba nublado.

———¿Dónde estamos?——— preguntó confundido.

———Estamos en Londres——— informó la espía mientras realizaba un suave y perfecto aterrizaje.

———¿Pero, y Hydra?———

———Te llevaré con él——— respondió ———Solo no hay que levantar sospechas——— Tony asintió.

Llegaron a un hotel y se registraron con falsas identificaciones, al principio Tony se negaba a descansar ya que moría de ganas por reunirse con Hydra, pero Nat le prometió partir mañana temprano.

A la mañana siguiente mientras Tony dormía Nat se levantó temprano para reunirse con Bucky e informarle sobre el avance de la misión, este se sintió aliviado al saber que SHIELD no sospechaba de ella y que pensarán que Tony estaba en buenas manos. Bucky le entregó una enorme cantidad en efectivo unas llaves de un vehículo y una nueva mudada de ropa para ambos, Hydra se había encargado que el desplazamiento del genio fuera lo más cómodo posible. Cuando Nat llegó a la habitación del hotel se alivio de encontrar aún dormido al genio, le parecía tan dulce verlo de esa forma ahora entendía aún más la desesperación de Hydra por tenerlo a su lado, es que Tony era una belleza exótica, aún más al ser un doncel y no negaría que se veía radiante en cinta, tomó el teléfono y pidió servicio a la habitación.

El olor a huevos y tocino lo despertó de inmediato, Tony se levantó de golpe, sus ojos se iluminaron al ver la enorme cantidad de comida que había en su habitación.

———No sabía que se te antojaba así que pedí de todo——— hablo la espía desde el respaldo de la puerta.

———Muchas gracias———declaró regandole una enorme sonrisa ———Ven, acompañame——— pidió a lo que Nat no pudo negarse y se sentó en la cama junto al genio a desayunar.

Después de comer Nat le entregó una computadora y un celular al genio.

———Hydra los manda, dice que puedes hacer las compras respectivas para la habitación del bebé, su ropa, juguetes... esas cosas——— informó ———Ahí encontrarás unas fotos de como el decoro la habitación si sientes que le hace falta algo puedes comprarlo sin dudarlo——— Tony asintió con una enorme sonrisa ya que sabía que estarían en un lugar apartado y las únicas compras que podrían realizar eran en línea.

Después de dos horas comprando, Nat ayudó a Tony a tomar un baño en la tina, a cambiarse y prepararse para marcharse del hotel. A Tony no le sorprendió al ver una camioneta del último año polarizada en el parqueo del hotel, se subieron al auto y emprendieron su viaje hasta Sokovia. Fue un trayecto de varios días, primero tuvieron que tomar un jet privado para Francia; y de Francia salir para Rusia; y de Rusia a Sokovia, lo único que Tony agradecía era la buena comida y la estadía en los hoteles. Una vez llegaron a la frontera de Sokovia Tony sonrió con los nervios recorriendo su cuerpo. Nat se detuvo a las afueras del pueblo.

———¿Sucede algo?——— preguntó el genio.

———Mi misión termina hasta aquí——— informó la espía ———Hydra te está esperando en una cabaña en las profundidades del bosque, conduce recto durante 5 minutos luego enciende el navegador y pídele que te lleve a casa——— indicó.

———Muchas gracias Nat——— dijo entre lágrimas mientras le dió un enorme abrazo a la espía.

Después de despedirse, Nat se bajó del auto y Tony se pasó al lado del piloto, siguió al pie de la letra las indicaciones que le había brindado, cuando el GPS le notificó que está a solo 5 minutos de su destino, los nervios no tardaron en hacerse presente, todo alrededor estaba cubierto por la nieve y estaba empezando a nevar, sintió cómo su estómago se retorció al ver una enorme cabaña de madera y que la chimenea tiraba humo, apretó el volante para contener sus nervios y siguió conduciendo, a medida que iba avanzando podía divisar una figura en pórtico de la cabaña...

Desde Que Te Conocí Where stories live. Discover now